Un antiguo libro de oraciones, el Fasciculus Sacrarum Orationum et Litaniarum ad usum quotidianum Christiani hominis, ex sanctis Scripturis et Patribus collectus, de 1612, contiene el siguiente formulario de letanías bíblicas a la Virgen María (pp. 168-179), que he querido transcribir, en un deseo de rescatar del olvido algunas piezas preciosas de la liturgia y de la piedad católicas:
LITANIAE BEATAE MARIAE VIRGINIS (ex Sacra Scriptura)
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial, (esta respuesta se repite a partir de ahora)
Dios Hijo Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santa Trinidad, un solo Dios,
Santa María, ruega por nosotros (esta respuesta se repite a partir de ahora
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de los vivientes.
Madre del Amor hermoso,
Madre de la santa esperanza,
Paraíso de delicias,
Leño de la vida,
Casa de la sabiduría,
Puerta del Cielo,
Anhelo de las eternas colinas,
Ciudadela de refugio,
Acueducto vital,
Escudo de los que en ti esperan,
Gloria de Jerusalén,
Santuario de Dios,
Tabernáculo de la alianza,
Habitáculo de Dios entre de los hombres,
Propiciatorio del Altísimo,
Altar del incienso,
Escalera de Jacob,
Arca del Testamento,
Espejo sin mancha,
Vara de Moisés,
Vara de Jesé,
Lirio entre espinas,
Zarza ardiente que no se consume,
Vellocino de Gedeón,
Trono de Salomón,
Torre de marfil,
Panal fecundo,
Huerto cerrado,
Fuente sellada,
Pozo de aguas vivas,
Nave de tesoros, que traes el pan desde lejos,
Mujer vestida de sol,
Estrella matutina,
Aurora naciente,
Bella como la luna,
Elegida como el sol,
Ejército ordenado en batalla,
Sede de la gloria de Dios,
De todo peligro, líbranos, Abogada nuestra, (esta respuesta se repite a partir de ahora)
Por tu Inmaculada Concepción,
Por tu santa Natividad,
Por tu venerable Presentación,
Por tu admirable Anunciación,
Por tu sacratísima Purificación,
Por tu gloriosa Asunción,
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos
Para que te dignes obtenernos la verdadera penitencia,
Para que te dignes alcanzar la paz y la concordia a la santa Iglesia y a todo el pueblo cristiano,
Para que te dignes conceder a nuestros gobernantes la victoria frente a sus enemigos,
Para que te dignes custodiar a toda la grey católica,
Para que te dignes proteger y conservar a tus siervos que en Ti se refugian,
Para que te dignes aumentar en nosotros la fe, la esperanza y la caridad,
Para que te dignes pedir para nosotros íntegra pureza de alma y cuerpo,
Para que te dignes alcanzarnos fortaleza en virtudes y humildad en todo,
Para que te dignes impetrar el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
Madre de Dios,
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Padrenuestro y Avemaría.
V. Salva a tus siervos.
R. Dios mío, que esperan en Ti.
V. Acuérdate de las congregaciones religiosas.
R. Que se han consagrado a Ti.
V. Haya paz en tus palacios.
R. Y abundancia en tus almenas.
V. Mira, Dios, protector nuestro.
R. Y muéstranos la Faz de tu Cristo.
V. No nos escondas tu Rostro.
R. Ni derrames tu ira sobre nosotros.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
Oraciones
Concede a tus siervos, Señor, perpetua salud de alma y de cuerpo, y por la poderosa intercesión de la gloriosa y Bienaventurada Virgen María, seamos libres de la tristeza presente y alcancemos los gozos del Cielo.
Te rogamos, Señor, que por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, con clemencia defiendas de toda adversidad y de las insidias de los enemigos a esta familia, postrada de corazón ante Ti.
Dios todopoderoso y eterno, solo Tú haces grandes maravillas, derrama el Espíritu de gracia y salvación, sobre tus siervos, las congregaciones religiosas y todo el pueblo, y para que te agraden en la verdad, infunde en ellos el rocío de tu perpetua bendición.
Dios, Dador de la paz y amante de la caridad, concede a tus siervos ser concordes con tu voluntad, para que nos veamos libres de las tentaciones que nos asedian.
Te rogamos, Señor, que por tu piedad, desates las cadenas de nuestros pecados, y por la intercesión de la Bienaventurada Madre de Dios y de todos los santos, custódianos en la santidad, y también a nuestros parientes y benefactores, a conocidos y desconocidos; protege nuestros ambientes, revístenos de virtudes, purifícanos de todo vicio, concédenos paz y salud; aparta de nosotros a los enemigos visibles e invisibles; apaga en nosotros los deseos carnales; otorga abundancia y fertilidad a las cosechas; acrecienta la caridad de amigos y enemigos; libra a nuestra tierra y a los que en ella habitan, de toda peste e infidelidad, desgracias y ataques; da a los vivos y a los difuntos la vida y el eterno descanso del Cielo; protege de toda adversidad al Sumo Pontífice, a los obispos, a los gobernantes y a todo el pueblo cristiano, y que tu bendición esté siempre sobre nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
V. Que las Almas de los fieles difuntos, por la misericordia divina, descansen en paz.
R. Amén.
8 de diciembre de 2018, solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
Entrada dedicada a ella.
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