Santos Inocentes, mártires: himnos litúrgicos

 

Cada 28 de diciembre, la Iglesia universal celebra la "fiesta" de los santos mártires Inocentes. Se publican, a continuación los himnos litúrgicos del original en latín de la Liturgia de las Horas, traducidos al español (A). Le siguen otros himnos aprobados por la Santa Sede para algunas Conferencias Episcopales hispanohablantes (B):

A)  

Oficio de lectura: Hymnum canentes

Unamos nuestras voces 

para cantar este himno 

a los Mártires Inocentes, 

a quienes el mundo llora muertos 

y el Cielo acoge gozoso.

El impío rey Herodes los hizo matar, 

pero la piedad de su Creador los destinó, 

entre los Santos, al Reino de la luz perpetua.

¡Qué luminosa aparece a los ojos de Cristo, 

la muerte inocente de sus fieles!: 

aquellos níños menores de dos años 

que los Ángeles llevan al Cielo.

¡Oh, qué bella ciudad, en la que nace el Redentor, 

y donde se inmolan al recién Nacido 

las primeras víctimas de los mártires!

Ahora se hallan ante su Trono 

con vestiduras relucientes los que han blanqueado 

sus estolas en la Sangre del Cordero.

Gloria a Ti, Jesús, que has nacido de la Virgen, 

y también al Padre y al Espíritu Santo, 

por los siglos sin término, Amén.
 

Laudes: Audit tyrannus

Escucha ansioso el tirano, 

que ha nacido el Rey de reyes, 

que regirá la Casa de Israel 

y ocupará el palacio de David.

Ante tal anuncio, exclama enloquecido: 

«el Sucesor me acosa, me destrona: 

¡id, guardias, empuñad la espada 

y bañad en sangre toda cuna!».

¿De qué valió tanta maldad? 

¿De qué sirvió a Herodes este crimen? 

Entre tantas muertes 

solo Cristo se salva indemne.

¡Salve, oh, flores de los Mártires! 

que, en vuestras primeras luces, 

un huracán os arrasó 

como a rosas de primavera.

Vosotros sois las primeras víctimas de Cristo, 

tierno rebaño de inmolados, que, 

ante el altar, jugáis con las coronas y las palmas.

Gloria a Ti, Jesús, que has nacido de la Virgen, 

y también al Padre y al Espíritu Santo, 

por los siglos sin término. Amén.

B)

Oficio de lectura

Tanto al tirano le place

hacer de su orgullo ley,
que por deshacer a un Rey
un millar de reyes hace.

Por matar a un enemigo
siembra de sangre Belén,
y en Belén, Casa del trigo,
no muere un Rey, nacen cien.

Y así su cólera loca
no puede implantar su ley,
pues quiere matar a un Rey
y corona a cuantos toca.

La furia del mal así
no puede vencer jamás,
pues, cuando me hiere a mí,
estás tú, Señor, detrás.

Estás para convertir
en corona cada muerte,
para decirnos que el fuerte
es el que sabe morir. Amén.
 

Laudes

Oye turbado el tirano
que ha nacido un Soberano
por su mal;
un Niño que es Rey eterno,
que nace pobre en invierno
y en portal.

Aquellos Magos de Oriente
le trajeron de repente
la Noticia;
y, loco de furia extraña,
con sangre las cunas baña
su sevicia.

Y, en golpe de odio y espada,
la furia de la nevada
cercenó
capullos de mariposas,
y de rosales las rosas
deshojó.

De Raquel, roto el gemido
y el sollozo contenido
y sosegado,
rojo llanto de congojas
en esas mañanas rojas
ha dejado.

Danos, por tu Hijo amado,
arrojar, Padre, el pecado
de la guerra;
pon la paz en la bonanza
y que reine la esperanza
en la Tierra. Amén.

28 de diciembre de 2018, fiesta de los santos Inocentes, mártires.
Entrada dedicada a ellos.