Antífona de entrada Sal 6,3-4
Ten piedad de mí, Señor, porque me faltan las fuerzas;
sáname, porque mis huesos se estremecen,
y mi alma está atormentada.
O bien: Cf. Is 53,4
El Señor soportaba nuestros sufrimientos
y cargaba con nuestras dolencias.
Oración colecta
Dios nuestro, que quisiste
que tu Hijo Unigénito llevara sobre sí nuestras debilidades
para manifestar el valor de la enfermedad soportada pacientemente,
escucha nuestros ruegos por nuestros hermanos enfermos
y cuantos sufren el dolor, la aflicción o la enfermedad;
concédeles la gracia de sentirse elegidos
entre aquellos que tu Hijo proclamó bienaventurados
y saber que están unidos a su Pasión
para la salvación del mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Dios todopoderoso y eterno, salud de los que creen en ti;
escucha las súplicas que te dirigimos
en favor de tus hijos enfermos
y, con el auxilio de tu misericordia, devuélveles la salud,
para que puedan darte gracias y alabarte en tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios providente, en tus manos está nuestra vida;
recibe los ruegos y oblaciones que te ofrecemos,
implorando tu misericordia por nuestros hermanos enfermos,
para que mejore su salud y podamos alegrarnos con ellos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Col 1,24
Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo,
para bien de su cuerpo, que es la Iglesia.
Oración después de la comunión
Dios nuestro, tú eres el auxilio en la debilidad humana;
ayuda con tu poder a tus hijos enfermos
para que, aliviados por tu misericordia,
puedan volver participar, en tu Iglesia,
de la asamblea de los fieles.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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