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La verdadera Iglesia de Dios...

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Nos iluminaste con la Luz de Cristo...

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domingo, 17 de marzo de 2024

Prefacio de Cuaresma V

 






La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en el n. 42b, ha publicado, para el tiempo de Cuaresma, el siguiente Prefacio, entre otros:


PREFACIO


"El camino del éxodo en el desierto cuaresmal"

Este prefacio se dice en las Misas de las ferias de Cuaresma.

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo bendecir tu nombre,
Padre rico en misericordia,
ahora que, en nuestro itinerario hacia la luz pascual,
seguimos los pasos de Cristo,
maestro y modelo de la humanidad
reconciliada en el amor.

Tú abres a la Iglesia el camino de un nuevo éxodo
a través del desierto cuaresmal,
para que, llegados a la montaña santa,
con el corazón contrito y humillado,
reavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianza,
convocado para bendecir tu nombre,
escuchar tu Palabra,
y experimentar con gozo tus maravillas.

Por estos signos de salvación,
unidos a los ángeles, ministros de tu gloria,
proclamamos el canto de tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...


17 de marzo de 2024, Domingo V de Cuaresma.
Entrada dedicada a Cristo, Varón de dolores.

domingo, 10 de marzo de 2024

Prefacio de Cuaresma IV

 




La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en el n. 42, ha publicado, para el tiempo "durante el año", el siguiente Prefacio, entre otros:


PREFACIO


"Los frutos del ayuno"

Este prefacio se dice en las Misas de los días feriales de Cuaresma y en los días penitenciales.

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.


En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque con el ayuno corporal,
refrenas nuestras pasiones,
elevas nuestro espíritu
y nos das fuerza y recompensa,
por Cristo, Señor nuestro.

Por él, los ángeles y los coros celestiales
celebran tu gloria,
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...


10 de marzo de 2024, Domingo IV de Cuaresma (Lætare).
Entrada dedicada a Santa María, la Virgen orante.

jueves, 7 de marzo de 2024

Bendición del cíngulo en honor de santo Tomás de Aquino

 




Esta bendición es propia de la Orden de Predicadores. La ha hecho suya, también, la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro. 

El sacramental que se impone a los candidatos voluntarios, recuerda el cinturón de castidad con que los mismos ángeles ciñeron a santo Tomás de Aquino. 

El hecho místico tuvo lugar cuando este sapientisimo Doctor, por gracia de Dios, rechazó con una tea incandescente a la mujer de mala vida que los hermanos carnales, a instancias de la propia madre del santo, introdujeron en el lugar donde ellos mismos lo habían privado de su libertad para que no respondiera al llamado de Dios:


BENEDICTIO CINGULORUM EN
HONOREM S. TOMÆ AQUINATIS

ad servandam castitatem

Propria Ordinis Prædicatorum


Latín:

Sacerdos, superpelliceo et stola albi coloris indutus, dict:

V. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
R. Qui fecit cælum et terram.

V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum espíritu tuo.

Oremus. 

Dómine Jesu Christe, Fili Dei vivi, puritátis amátor et custos, obsecrámus imménsam cleméntiam tuam: ut, sicut ministério Angelórum sanctum Thomam Aquinátem cíngulo castitátis cíngere, et a labe córporis ac ánimæ præserváre fecísti: ita ad honórem et glóriam ejus bene + dicere , et sancti + ficáre dignéris cíngula ista; ut, quicúmque ipsa circa renes reverénter portáverit ac tenúerit, ab omni immundítia mentis et córporis purificétur, atque in éxitu suo per manus sanctórum Angelórum tibi digne præsentári mereátur: Qui cum Patre et Spíritu Sancto vivis et regnas in sæcula sæculórum. 

R. Amen.

Et aspergantur aqua benedicta.


Español:

El sacerdote, vestido con sobrepelliz y estola blanca, dice:

V. Nuestro auxilio es en el nombre del Señor.
R. Quien hizo los cielos y la tierra.

V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

Oremos.

Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, amante y guardián de la pureza, apelamos a tu infinita bondad, pidiéndote que así como hiciste que Santo Tomás de Aquino fuera ceñido con el cinturón de castidad, por el ministerio de los ángeles, y preservado de toda mancha del cuerpo y del alma, así también te complazcas en bendecir + y santificar + estos cíngulos en su honor y gloria. Que todos los que con reverencia se ciñen con ellos queden limpios de toda contaminación de mente y cuerpo, y merezcan ser presentados a ti en la hora de la muerte por manos de los santos ángeles. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
 
R. Amén.


Los cíngulos se rocían con agua bendita.


7 de marzo de 2024, en el 750° aniversario de la muerte terrenal de santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia.
Entrada dedicada a él.

domingo, 3 de marzo de 2024

Prefacio de Cuaresma III

 






La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en el n. 41, ha publicado, para el tiempo de Cuaresma, el siguiente Prefacio, entre otros:


PREFACIO


"Los frutos de las privaciones voluntarias"


Este prefacio se dice en las Misas de los días feriales de Cuaresma y en los días penitenciales.


V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque con nuestras privaciones voluntarias
nos enseñas a reconocer y agradecer tus dones,
a dominar nuestro orgullo,
e imitar así tu generosidad
compartiendo nuestros bienes con los necesitados.

Por eso, con la multitud de los ángeles,
te alabamos diciendo a una sola voz:

Santo, Santo, Santo...



3 de marzo de 2024, Domingo III de Cuaresma.
Entrada dedicada a la Virgen del Silencio.

jueves, 29 de febrero de 2024

Prefacio de la Santísima Virgen María I


Theotokos 



La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en el n. 62, ha publicado, para las Misas de la Virgen María, el siguiente Prefacio. Es obligatorio emplear lo en la solemnidad de Santa María, Madre de Dios:


"La Maternidad de Santa María Virgen"

El siguiente prefacio se dice en las Misas de la Virgen María, haciendo mención, en el lugar correspondiente (***), de la fiesta, según se indica en cada Misa.


PREFACIO 

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria
en la (***) de santa María, siempre virgen.
Porque ella concibió a tu único Hijo
por obra del Espíritu Santo,
y, sin perder la gloria de su virginidad,
derramó sobre el mundo la luz eterna,
Jesucristo, Señor nuestro.

Por eso, los ángeles y los arcángeles
y todos los coros celestiales
celebran tu gloria unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza:

Santo, Santo, Santo...


29 de febrero de 2024, jueves de la semana II de Cuaresma.
Entrada dedicada a la Theotokos.

domingo, 25 de febrero de 2024

Prefacio de Cuaresma II

 




La versión digitalizada del Misal Romano de la Conferencia Episcopal Argentina, en el n. 40, ha publicado, para el tiempo de Cuaresma, el siguiente Prefacio, entre otros:


PREFACIO


"La conversión interior"

Este prefacio se dice en el tiempo de Cuaresma, sobre todo en los domingos, cuando no corresponda decir un prefacio que sea más indicado.

V. El Señor esté con ustedes.

R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Porque has establecido generosamente
un tiempo especial de gracia
para purificar el corazón de tus hijos,
de modo que, libres de todo afecto desordenado,
vivamos las realidades temporales
pero adhiriéndonos a las eternas.

Por eso, con los ángeles y santos
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...


25 de febrero de 2024, Domingo II de Cuaresma.
Entrada dedicada a todos los santos y beatos penitentes.

jueves, 22 de febrero de 2024

En defensa del Vicario de Cristo...


Pedro llora arrepentido ante María 



Desvaríos de una mente novelesca

Imaginé a san Pedro, luego de cometer el gravísimo pecado de negar tres veces al mismo Cristo, que lo había constituido en Vicario suyo y Cabeza de su Iglesia, siendo severamente juzgado por los demás apóstoles y por los discípulos. Lo imaginé de rodillas, llorando su pecado, seriamente amonestado y humillado públicamente por todos. Lo imaginé luego rechazado por la comunidad de los creyentes y desconocido en su Suprema Autoridad, a causa de haber sido infiel.


Objeciones 

Algunos me dirán: 

1. "Pero de esto no hay registro en los Evangelios". 

2. "Jamás ocurrió".


Sin registros


1. Que no hay registro en los Evangelios, es verdad. Porque lo acaba de inventar mi disparatada imaginación y es carente de todo sustento bíblico.

De hecho, ¿acaso los demás apóstoles eran personas que nunca habían pecado y podían arrojar la primera piedra, reclamando a Pedro la falta cometida? ¿No temieron en la hora de la prueba, no huyeron -excepto Juan-? ¿Hay seguridad de que únicamente Tomás dudó?

¿Tan poco conocían al Maestro que se hubieran arrogado el título de Justo Juez que sólo a Él corresponde, dictando sentencia condenatoria contra Pedro?

No hay registro en las Sagradas Escrituras de que alguien hubiera reclamado al primer Papa haber cometido el pecado de la triple negación. Y si hubo quien tuvo la tentación de reprenderlo por ello, calló y lo guardó en su corazón.  

El mismo Jesucristo no reclamó a Pedro lo que, con dulce reproche de amigo, le había profetizado poco tiempo antes. Y, como acto de arrepentimiento y reparación, sólo bastó al Señor el llanto contrito y sincero del humilde pescador. 

Luego de resucitar, en lugar de juzgarlo, el Redentor lo instó con indescriptible ternura a rubricar su arrepentimiento con la triple confesión de amor, que Pedro habría de corroborar años después con un glorioso martirio.

De modo que, retomando lo dicho, yo daría la razón a quien me dijera que lo que empecé refiriendo que imaginaba al comienzo de esta entrada, es algo absolutamente fantasioso y totalmente infundado desde el punto de vista del dato bíblico y de su exégesis.


¿Jamás ocurrió?

2. Pero no estaría de acuerdo para nada con la afirmación de que jamás ocurrió que los demás apóstoles y discípulos se creyeran con el derecho de juzgar a Pedro, de señalarle sin caridad sus supuestos pecados o, peor aún, de determinar si es o no el Papa legítimo. Ha sucedido en todos los siglos.

Y aquí no me refiero a las firmes aunque filialmente amorosas exhortaciones que luminarias de santidad, como la gran Catalina de Siena, dirigían al "Dulce Cristo en la Tierra", como ella misma lo calificaba 

Advertir y hasta amonestar con caridad, incluso al Papa, puede llegar a ser, en algunos casos, hasta un deber inspirado por el Espíritu Santo.

Opinar respetuosamente (y hasta disentir fundadamente sobre tal o cual decisión pastoral del Papa), son actitudes lícitas.

Pero es un verdadero acto de soberbia montar un tribunal para juzgar y "aprobar" o "desaprobar" los pronunciamientos o las decisiones pastorales del Santo Padre, y para sentenciar qué actos suyos son pecaminosos y cuáles no.

Pienso en los grupúsculos de todas las generaciones que, sin ser cónclave y considerándose en la cúspide de la santidad, se autoconfirieron la potestad de determinar quién debe ostentar el título de Vicario de Cristo y quién no, cuáles son sus pecados y qué juicio merece por sus faltas.

Prácticamente no existe un Pontificado durante el cual no haya habido un determinado número de personas que pretendieran cuestionar la legitimidad de la Autoridad del Sucesor de Pedro, autonombrándose 'jueces' de él.

También hoy, como ayer y siempre, algunos obispos -sucesores de los apóstoles-, presbíteros, diáconos y laicos -'discípulos del Señor'- erigen modernos tribunales, sobre todo mediáticos, aunque no únicamente, para juzgar al Romano Pontífice. 

Esos "jueces del mundo", ¿tendrán la misma severidad para denunciar a los cuatro vientos los propios pecados y los de sus seres amados? ¿Ya habrán concluido el arduo camino de la penitencia y de la reparación?

Quizás, como Pedro, el Papa actual y algunos de sus Predecesores o Sucesores haya negado o vaya a negar a su Maestro una, tres o más veces. Seguramente cometerá errores. Pero ninguno de los apóstoles abandonó el grupo por la negación de su jefe arrepentido (Pedro) ni por la cobardía del traidor voluntariamente irredento (Judas Iscariote).

Es que todos sabían que, a pesar de las debilidades humanas, en esa pequeña comunidad estaba el germen de la naciente Iglesia que Cristo quiso fundar para que custodiara, interpretara y enseñara el depósito de la fe hasta el fin de los tiempos.

Nadie se atrevió a condenar ni a Pedro, que se encomendaba a la Misericordia de Dios, ni al traidor Judas, que decidió rechazarla.

Tamaña osadía hubiera sido dictar sentencia condenatoria para ambos cuando el Juez Eterno ya había absuelto al que sabía con corazón arrepentido.



Nuestra soberbia

Recordemos que Dios no nos ha constituido jueces ni del Papa reinante ni de ninguno. Ni de nadie. 

Tampoco tenemos autoridad para decidir quién es Papa y quién no. Eso nos lo dice la Iglesia.

Dios nos libre de creernos más justos que el Papa o que cualquier persona, atribuyéndole públicamente "pecados" mientras mantenemos en silencio los personales y no hacemos penitencia por ellos.

Y lo que es más grave todavía, Dios nos libre de la destreza para reconocer, clasificar y denunciar los pecados ajenos mientras no consideramos los propios como tales.

No somos nosotros ante quienes el Pontífice debe llorar -como Pedro- amargamente sus culpas ni de los que tiene que esperar el perdón.






Una lección magistral de humildad

Una piadosa mujer consagrada, refiriéndose a las críticas al Papa, supo referirme una actitud personal que fue para mí todo un tratado de humildad y que pido a Dios la gracia de imitar. Me dijo:

"Yo pienso que en el mundo solamente existimos el Santo Padre y yo. Que él depende únicamente de mi oración para desempañar su misión, y que yo dependo únicamente de él, para no errar el camino. Por eso, no escucho críticas, no juzgo, no evalúo. Solamente rezo por él en cada momento".

Ojalá pudiésemos vivir en esta filial comunión con el Vicario de Cristo, hoy, Francisco; mañana, Dios dirá.

No olvidemos que el Papa hace las veces del Señor Jesús, Cabeza de la Iglesia, su Cuerpo Místico.

No hay cuerpo que pueda subsistir sin su cabeza.

Oremus pro Pontifice nostro Francisco!


22 de febrero de 2024, fiesta de la Cátedra de San Pedro, apóstol, en Roma.
Entrada dedicada a él y a Su Santidad Francisco.