Para profundizar sobre las características del Tiempo de Adviento hacer clic aquí.
Ciclo A
Introducción
I
Hoy, tercer Domingo de Adviento, se renueva el feliz anuncio: Gaudete in Domino semper, "Estén siempre alegres en el Señor" (Flp 4, 4). Son palabras tomadas de la Carta de san Pablo a los filipenses, que caracterizan la liturgia de este día.
La invitación a la alegría tiene una motivación muy precisa: Dominus prope est: "El Señor está cerca" (Flp 4, 5), verdad familiar para el israelita piadoso, que le da confianza y consuelo; verdad que para nosotros tiene su fundamento pleno en Cristo. En efecto, en Él Dios se hizo cercano a todo hombre: Él es el Mesías, el "Emmanuel", el "Dios con nosotros" (cf. Is 7, 14; Mt 1, 23). La alegría es el centro del Evangelio de la Navidad. (San Juan Pablo II, Ángelus, 16/12/01).
Celebremos gozosos la Eucaristía dominical, que nos hace, por así decirlo, "contemporáneos" de los Misterios del Señor.
O bien:
II
Una insistente invitación a la alegría caracteriza la liturgia de este tercer Domingo de Adviento, llamado Gaudete; esta precisamente es la primera palabra de la antífona de entrada. "Regocíjense", "alégrense". Además de la vigilancia, la oración y la caridad, el Adviento nos invita a la alegría y al gozo, porque ya es inminente el encuentro con el Salvador. (San Juan Pablo II, Homilía, 16/12/01)
Con estos sentimientos, participemos fervorosamente de la Eucaristía del día del Señor.
III
Luego del
saludo inicial, y, si se cree conveniente, en lugar del Acto
penitencial, puede realizarse el rito de la Corona de Adviento. En otra
entrada de este blog, se ofrece un modelo de oración para el encendido
de cada cirio. Hacer clic aquí.
Liturgia de la Palabra
Con estos sentimientos, participemos fervorosamente de la Eucaristía del día del Señor.
III
Gaudete in Domino semper, Flp
4, 4). Gaudete.
Con la alegre esperanza de la fe, celebremos esta Eucaristía dominical.
Se omite el himno Gloria a Dios.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura: Is. 35, 1-6a. 10
En un "verdadero himno a la alegría", el profeta Isaías anuncia las maravillas que el Señor realizará en favor de su pueblo. Su Venida hará revivir plenamente la alegría de la comunión con Dios (Ídem supra, II).
O bien:
"Sean fuertes, no teman. Miren a su Dios. (...) Viene a salvarlos" (Is 35, 4).
¡Cuánta confianza infunde esta profecía mesiánica, que permite vislumbrar la verdadera y definitiva liberación, realizada por Jesucristo (Ídem).
Segunda lectura: Sant. 5, 7-10
"El Adviento nos invita a la alegría, pero, al mismo tiempo, -como a continuación nos va a decir el apóstol Santiago- nos exhorta a esperar con paciencia la Venida ya próxima del Salvador" (Ídem).
O bien:
A la luz de las palabras de Santiago, "el Adviento nos llama a potenciar la tenacidad interior y la resistencia del alma que nos permiten no desesperar en la espera de un bien que tarda en venir, sino aguardarlo; es más, preparar su venida con confianza activa" (S.S. Benedicto XVI, Ángelus, 12/12/10).
Evangelio: Mt. 11, 2-11
La pregunta del santo Precursor Juan, obtiene una respuesta inmediata en la fe de todo corazón humilde:
¡Cristo es el Mesías! En Él "se cumplió el tiempo de la espera. Dios realizó finalmente la salvación para todo hombre y para la humanidad entera" (Ídem, supra II).
La pregunta del santo Precursor Juan, obtiene una respuesta inmediata en la fe de todo corazón humilde:
¡Cristo es el Mesías! En Él "se cumplió el tiempo de la espera. Dios realizó finalmente la salvación para todo hombre y para la humanidad entera" (Ídem, supra II).
Oración de los fieles
R. Que tu Nacimiento sea nuestro gozo, Señor.
O bien:
R.Jesús, alégranos con tu Nacimiento.
-Por la Iglesia, llamada a proclamar la alegría de tu Evangelio. R.
-Por el Santo Padre, obispos y presbíteros, que son los únicos que pueden hacerte sacramentalmente presente. R.
-Por los que viven sumidos en el odio, la tristeza y el desánimo. R.
-Por los pecadores que descreen de la infinita Misericordia de Dios. R.
-Por los niños que carecen de un hogar y del calor de una familia. R.
-Por nosotros, que acudimos aquí, sedientos de la auténtica alegría. R.
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa con la Comunidad filipina, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 15 de diciembre de 2019, Domingo Gaudete.
Oremos a Dios Padre, que se preocupa por todas las criaturas, y digámosle con sincera humildad:
R. Señor, ten piedad.
-Fortalece a tu Santa Iglesia. R.
-Sostén a nuestro Papa N. R.
-Bendice y protege a nuestros obispos. R.
-Guía con tu mano a los sagrados ministros. R.
-Santifica a los laicos en todo el mundo. R.
-Protege a los trabajadores. R.
-Haz justos y serviciales a los jueces. R.
-Vela por la protección y la defensa de los más débiles. R.
-Libera a los prisioneros y a los cautivos. R.
-Líbranos de las catástrofes naturales. R.
-Sálvanos de la muerte súbita. R.
-Admite a contemplar la luz de tu Rostro a los que se durmieron con la esperanza de encontrarse Contigo. R.
Oración conclusiva
"Solo Tú, Señor, puedes cumplir todo aquello que a los hombres les parece imposible; por eso, todos juntos en oración nos dirigimos a Ti en comunión de fe y caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa por América, presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 12 de diciembre de 2019, en ocasión de la festividad de la Virgen de Guadalupe, patrona del continente:
Oremos a Dios, que cuida de todas sus creaturas, y digamos con sincera humildad.
Oremos a Dios, que cuida de todas sus creaturas, y digamos con sincera humildad.
R. En Ti confiamos, Señor.
-Haz que la Iglesia crezca en santidad. R.
-Protege al Papa N. R.
-Asiste a todo el Orden episcopal. R.
-Ayuda a los que no tienen hogar. R.
-Alimenta a los hambrientos. R.
-Ilumina a los que no ven. R.
-Fortalece el propósito de las vírgenes consagradas a Ti. R.
-Llama a Israel a la Nueva Alianza. R.
-Aumenta la justicia y la prudencia en los gobernantes. R.
-Da a los tentados fuerza para resistir en la prueba. R.
-Haz que brille la luz eterna para los difuntos. R.
Oración conclusiva
-Haz que la Iglesia crezca en santidad. R.
-Protege al Papa N. R.
-Asiste a todo el Orden episcopal. R.
-Ayuda a los que no tienen hogar. R.
-Alimenta a los hambrientos. R.
-Ilumina a los que no ven. R.
-Fortalece el propósito de las vírgenes consagradas a Ti. R.
-Llama a Israel a la Nueva Alianza. R.
-Aumenta la justicia y la prudencia en los gobernantes. R.
-Da a los tentados fuerza para resistir en la prueba. R.
-Haz que brille la luz eterna para los difuntos. R.
Oración conclusiva
"Escucha, Señor, benignamente nuestras súplicas y concédenos lo que te pedimos con humildad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
A continuación, se
propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a
la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y
traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga,
propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones
litúrgicas:
"Sostén, oh, Padre, con la fuerza de tu amor, nuestro camino hacia el encuentro con Aquel que viene, y haz que, perseverando en la paciencia, madure en nosotros el fruto de la fe, y acojamos con acción de gracias el Evangelio de la alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor".
"Sostén, oh, Padre, con la fuerza de tu amor, nuestro camino hacia el encuentro con Aquel que viene, y haz que, perseverando en la paciencia, madure en nosotros el fruto de la fe, y acojamos con acción de gracias el Evangelio de la alegría. Por Jesucristo, nuestro Señor".
Ofertorio
Lo describía la Epístola del santo apóstol Santiago, que hoy hemos escuchado:
Aguardando pacientemente, hemos esperado estos frutos preciosos de la tierra que son el pan y el vino. Llevémoslos al Altar, y la Omnipotencia de Dios no nos hará esperar en devolvérnoslos como Sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Si es el 17/12:
Comunión
El pan y el vino, frutos selectos de la tierra, vuelven ahora a nosotros como la Carne y la Sangre del Mesías que esperamos. Agradezcamos este Santísimo Sacramento de amor y esperanza, que Dios nos ofrece como a hijos queridos que somos.
El pan y el vino, frutos selectos de la tierra, vuelven ahora a nosotros como la Carne y la Sangre del Mesías que esperamos. Agradezcamos este Santísimo Sacramento de amor y esperanza, que Dios nos ofrece como a hijos queridos que somos.
Conviene que el sacerdote imparta la Bendición solemne de Adviento. Lo mismo vale para los días entre el 17 y el 24 de diciembre, que son las Ferias Mayores de este bendito tiempo.
Despedida
Al concluir esta celebración, encomendémonos a la protección materna de María, "Causa de nuestra alegría", para ser siempre, pero sobre todo en este tiempo, testigos creíbles de la alegría de Cristo. (Ídem, supra I).
O bien:
"Avancemos con alegría y generosidad hacia la Navidad. Hagamos nuestros los sentimientos de María, que esperó en oración y en silencio al Redentor y preparó con cuidado su Nacimiento en Belén" (Ídem, supra II).
O bien:
"También en Navidad se puede equivocar el camino, confundiendo la verdadera fiesta con una que no abre el corazón a la alegría de Cristo. Que la Virgen María ayude a todos los cristianos, y a los hombres que buscan a Dios, a llegar hasta Belén a fin de encontrar al Niño que nació por nosotros, para la salvación y la felicidad de todos los hombres" (Ídem supra, III).
5 de diciembre de 2016, conmemoración de san Sabas, anacoreta.
(Última actualización de la entrada: 09/12/22).
Entrada dedicada a él.
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