La Orden de San Agustín celebra cada 26 de abril a la Virgen María como "Madre del Buen Consejo", con la categoría de "fiesta", y canta en su honor los siguientes himnos litúrgicos:
Oficio de Lectura
HIMNO
Goza feliz, ¡oh, Genazzano ilustre!,
porque eres trono y cumbre y relicario
donde la dulce Madre del Consejo
tiene su asiento.
Desde remotos tiempos, su presencia
era dulce consuelo a los enfermos
de cuerpo y alma, y su mirada era
esperanza y consejo.
¡Oh, santa Madre del Consejo, y Madre
de los que sufren y consejo esperan
de tu mirada!, ¡míranos, Señora,
con maternales ojos!
Y haz que en la hora de la muerte hallemos
propicio al Hijo y compasivo al Padre
con el Espíritu; y que a ti se vuelva
la mirada postrera. Amén.
Laudes
HIMNO
Madre del amor y guía
del alma que espera en ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.
Como estrella de los mares,
como estrella de las almas,
tú consuelas los pesares
y tú las tormentas calmas.
Tú, que sabes la amargura
del que llora sin consuelo,
alúmbrame, Virgen pura,
la senda que lleva al Cielo.
Luz del pobre peregrino,
estrella de salvación,
brilla siempre en mi camino
y brilla en mi corazón.
Madre fiel del Buen Consejo,
siempre guíame en bonanza;
en mi vida sé reflejo
de la perenne alabanza. Amén.
O bien:
La Palabra de Dios, Consejo eterno,
Camino de Verdad, Fuente de Vida,
quiso salvar, tras el pecado, al hombre
y sanar con amor la vieja herida.
Y en el seno virgíneo de María,
sagrario inmaculado de pureza,
tomó el Eterno vestidura humilde,
nuestra humana y mortal naturaleza.
Ciencia de amor que fabricó su casa,
ciencia de amor que preparó su trono,
y que viene a cambiar en dulce afecto,
entre Dios y los hombres, el encono.
Y el Verbo, como el sol que, sin mancharlo,
refleja su esplendor en un espejo,
desciende a su pureza sin destruirla
y Madre nos la da del Buen Consejo.
Cantemos jubilosos; nuestras voces
proclamen hoy al mundo su alegría,
y alabemos al Dios de las bondades
celebrando las glorias de María.
A ti, Jesús, nacido de la Virgen,
nuestra Paz, nuestro Bien, nuestra esperanza,
al Padre y al Espíritu Paráclito
séales por los siglos la alabanza. Amén
Vísperas
HIMNO
¡Oh, Consejo inefable, que halló modo fecundo
de redimir al hombre de vieja esclavitud,
y al elegirte (como) Madre para venir al mundo,
te enseñó a ser modelo y escuela de virtud!
Y mientras las caricias le ofreces de tu mano,
qué arcanos celestiales tu amor aprenderá,
y aquel humilde y pobre taller del artesano
qué cátedra sublime de santidad será.
Desde que diste al Verbo naturaleza de hombre,
Madre del Buen Consejo te llama el pueblo fiel;
y al repetirlo encuentran en este dulce nombre
el corazón, consejo, y nuestros labios, miel.
Enséñanos, Señora, cómo seguir sus huellas
y hacer de las alturas camino de la Cruz;
con tus dulces miradas y tus virtudes bellas,
Madre del Buen Consejo, llévanos a Jesús.
A Ti, Verbo hecho carne, nacido de María,
que redimiste al hombre con infinito amor,
al Padre que te engendra y al que procede de ambos
por siempre y por los siglos sean gloria y honor. Amén.
26 de abril de 2017, para los agustinos, fiesta de Nuestra Señora del Buen Consejo.
Entrada dedicada a ella.
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