Ciclo A
Introducción
"En la liturgia de este XXXIII domingo ´durante el año´, que nos prepara al Adviento ya cercano, la Iglesia nos llama a un vigilante y dinámico uso de los talentos que el Señor ha confiado a cada uno de nosotros, y a ser generosos en la correspondencia a las gracias y a los dones que Él nos destina. Por esto, no son dignos del Señor la comunidad o el individuo que por miedo de comprometerse, se cierran en sí mismos y se desentienden de las realidades de este mundo" (San Juan Pablo II, homilía, 15/11/81), en especial las de los más necesitados.
Introducción
"En la liturgia de este XXXIII domingo ´durante el año´, que nos prepara al Adviento ya cercano, la Iglesia nos llama a un vigilante y dinámico uso de los talentos que el Señor ha confiado a cada uno de nosotros, y a ser generosos en la correspondencia a las gracias y a los dones que Él nos destina. Por esto, no son dignos del Señor la comunidad o el individuo que por miedo de comprometerse, se cierran en sí mismos y se desentienden de las realidades de este mundo" (San Juan Pablo II, homilía, 15/11/81), en especial las de los más necesitados.
Que en el marco ideal de la Santa Misa, este mensaje cale en lo más profundo de nuestro corazón, y produzca fruto abundante, sobre todo en esta "Jornada Mundial de los pobres", instituida por Su Santidad Francisco.
Monición para el Acto penitencial
"Hermanos, el Señor nos confía los talentos del Evangelio para hacerlos fructificar, extendiendo las manos a los necesitados y consolando a los que menos tienen.
Pidamos la gracia de ser hijos de la luz, como ramos de olivo en torno a la Mesa del Señor, para vencer el miedo de dar a conocer el tesoro, que es Cristo.
Al inicio de esta celebración eucarística, invoquemos la misericordia de Dios, fuente de reconciliación y comunión". (Cf. infra, del formulario de la Misa papal, 19/11/23).
"Hermanos, el Señor nos confía los talentos del Evangelio para hacerlos fructificar, extendiendo las manos a los necesitados y consolando a los que menos tienen.
Pidamos la gracia de ser hijos de la luz, como ramos de olivo en torno a la Mesa del Señor, para vencer el miedo de dar a conocer el tesoro, que es Cristo.
Al inicio de esta celebración eucarística, invoquemos la misericordia de Dios, fuente de reconciliación y comunión". (Cf. infra, del formulario de la Misa papal, 19/11/23).
En un mundo en el que el machismo o el feminismo desdibujan los roles, el Libro de los Proverbios nos presenta a la mujer ideal, que al emplear "sabiamente los talentos con que Dios la ha favorecido, realiza con plenitud su vocación en el ámbito de la familia y en el más amplio de la Iglesia y de la sociedad". (Ídem supra).
Segunda lectura: I Tes. 5, 1-6
El cristiano auténtico "no es aquel que pierde el tiempo discutiendo sobre el día y la hora de la Venida del Señor, sino más bien el que, instruido por la palabra de Jesús, vive en comunión con Él, vigilando constantemente". (Ídem).
O bien:
Evangelio: Mt. 25, 14-30
"El verdadero temor de Dios no es miedo, sino más bien don del Espíritu, por el cual se teme ofenderle, entristecerle y no hacer lo suficiente para cumplir su voluntad". (Ídem).
O bien:
"Dar al Señor lo Suyo" significa "corresponder con la entrega total de sí mismo, sin soluciones de comodidad o de miedo". (Ídem).
Oración de los fieles
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, en Medellín, Colombia, en la memoria litúrgica de san Pedro Claver, el 9 de septiembre de 2017:
Oremos hermanos y hermanas en este día, en el que el encuentro con Cristo Maestro, nos anima y fortalece en nuestros nobles propósitos de ser humildes discípulos suyos:
R. Te rogamos, óyenos.
-Oremos por el Papa N y todos los obispos, para que realicen su misión de anunciar el gozo del Evangelio, y a su vez muestren con sus vidas el Rostro de Jesús Buen Pastor. R.
-Oremos por todos los sacerdotes y diáconos, consagrados y laicos, para que, teniendo a Cristo en el centro de sus vidas, trabajen sin descanso sirviendo como fieles discípulos suyos en sus comunidades. R.
-Oremos, por intercesión de Nuestra Señora (se menciona la advocación correspondiente al lugar), por quienes tienen en sus manos los destinos de la Nación, para que podamos todos juntos construir un territorio de concordia, paz y prosperidad. R.
-Oremos por los pobres y enfermos, por los damnificados afectados por las inclemencias de la naturaleza, para que encuentren en su camino discípulos seguidores de Cristo que, con misericordia y compasión, los asistan y conforten. R.
-Oremos por nuestras familias, los ancianos, adultos, jóvenes y niños, para que limpios de corazón y llenos de confianza en Cristo Maestro, busquen siempre el bien y hagan tu voluntad. R.
-Oremos por nuestras familias, los ancianos, adultos, jóvenes y niños, para que limpios de corazón y llenos de confianza en Cristo Maestro, busquen siempre el bien y hagan tu voluntad. R.
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en Cartagena, Colombia, el domingo 10 de septiembre de 2017:
Oremos, hermanos y hermanas, colocando ante el Altar del Señor nuestra vida, nuestro firme propósito y deseo de trabajar por la dignidad de la persona y los derechos humanos, a ejemplo de Cristo Maestro:
R. Señor, escúchanos.
-Oremos por el Papa N, por todos los obispos, y por toda la Iglesia, para que nunca se apague el deseo incansable de trabajar por los hombres, sus derechos y su dignidad de hijos de Dios. R.
Oremos, hermanos y hermanas, colocando ante el Altar del Señor nuestra vida, nuestro firme propósito y deseo de trabajar por la dignidad de la persona y los derechos humanos, a ejemplo de Cristo Maestro:
R. Señor, escúchanos.
-Oremos por el Papa N, por todos los obispos, y por toda la Iglesia, para que nunca se apague el deseo incansable de trabajar por los hombres, sus derechos y su dignidad de hijos de Dios. R.
-Oremos por nuestra patria y por quienes la gobiernan, para que iluminados con la gracia del Espíritu Santo, nos esforcemos por construir, una Nación donde reinen la prosperidad, el amor y la reconciliación. R.
-Oremos por todas nuestras familias, los jóvenes, los enfermos, los encarcelados, y todos los que sufren, para que tu gracia, Dios de caridad, los envuelva y encuentren en Ti un refugio de consuelo. R.
-Oremos por todos los aquí presentes, a fin de que nuestros corazones se enciendan de fervor y amor por nuestros hermanos y obtengamos así los frutos del perdón, la justicia y la paz. R.
-Oremos por todos los aquí presentes, a fin de que nuestros corazones se enciendan de fervor y amor por nuestros hermanos y obtengamos así los frutos del perdón, la justicia y la paz. R.
Oración conclusiva (para ambos formularios precedentes)
"Escucha Padre estas súplicas, y las que llevamos en el corazón, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén".
O bien:
Las
siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la
Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 15 de noviembre de 2020:
Queridos hermanos, a Dios, Padre bueno y providente, elevemos confiados nuestra plegaria:
R. Escúchanos, Señor
-Padre, infunde tu Espíritu en la Iglesia: consérvala íntegra en la fe, itinerante en la esperanza y animada por la auténtica caridad. R.
-Padre, sostén al Papa N, a los obispos, sacerdotes y diáconos: acrecienta en ellos los mismos sentimientos del Señor Jesús y hazlos conformes al Misterio que celebran en el Altar.R.
-Padre, asiste a tus hijos que viven en la indigencia: dales el consuelo de tu amistad y de la presencia de hermanos atentos y generosos. R.
-Padre, guía las acciones de los gobernantes: líbralos de propios intereses y haz que promuevan la dignidad y el bien de toda persona.R.
-Padre, convierte con tu gracia el corazón de todo hombre: que nadie permanezca prisionero del pecado y que a todos sea anunciada la esperanza de la Vida eterna.R.
Oración conclusiva
"Escucha, Padre, la voz de tus hijos, y en tu bondad, cólmanos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 19 de noviembre de 2023, en ocasión de la Jornada Mundial de los pobres:
A Dios, Padre Bueno y providente, elevemos nuestra súplica confiada:
R. Te rogamos, óyenos
-Por la Iglesia, peregrina en el mundo, para que no desvíe de los pobres su mirada, asuma su cuidado y anuncie a todos el Evangelio de Cristo y el testimonio de la caridad. R.
-Por las personas marginadas y excluidas, para que la Eucaristía que estamos celebrando se convierta en escuela de comunión y de auténtica fraternidad, más allá de toda diferencia. R.
-Por las víctimas de la violencia y la guerra, para que a todo ser humano les sean garantizados sus derechos a la paz y a la justicia, al trabajo y al descanso, al un hogar y a una vida digna. R.
-Por los enfermos y ancianos, para que sean asistidos en su fragilidad, reciban los cuidados necesarios y puedan gozar de nuestro consuelo y cercanía. R.
-Por las familias, especialmente aquellas más indigentes, para que se ponga atención a sus problemas, asegurando particularmente a las jóvenes generaciones la posibilidad de construir un futuro mejor. R.
Oración conclusiva
"Oh, Dios, que escuchas el clamor de los pobres y no te desentiendes de su dolor, dales la fuerza de tu Espíritu, para ser siervos valientes y vigilantes, que den frutos siempre unidos a Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".
A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
"Oh, Padre, que confías en las manos del hombre todos los bienes de la creación y de la gracia, haz que nuestra buena voluntad multiplique los frutos de tu providencia y haznos siempre diligentes y vigilantes en la espera de tu Día, en la esperanza de ser llamados por Ti ´siervos buenos y fieles´, para entrar en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
Ofertorio
"Oh, Padre, que confías en las manos del hombre todos los bienes de la creación y de la gracia, haz que nuestra buena voluntad multiplique los frutos de tu providencia y haznos siempre diligentes y vigilantes en la espera de tu Día, en la esperanza de ser llamados por Ti ´siervos buenos y fieles´, para entrar en la gloria de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
Ofertorio
Los coros celestiales de los ángeles, a los que nos hemos asociado con el canto del "Santo", se disponen en este momento de la presentación de las ofrendas, a acoger y adorar a Cristo Sacramentado, que se ofrecerá en el Altar por nuestra salvación y la de toda la humanidad.
Comunión
Gran Misterio el de la Eucaristía: un Dios que se hace Pan y un Pan que es Dios, y que hace que nosotros seamos fermentos de la sociedad que tiene hambre de lo divino.
Despedida
"Que las palabras del Señor: ´Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor..., pasa al banquete de tu Señor´ (Mt 25,21 y 23), se cumplan y se realicen también en cada uno de nosotros". (Ídem).
12 de noviembre de 2017, domingo XXXII del Tiempo Ordinario.
(Última actualización de la entrada: 18/11/23).
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