Formulario de Misa: aquí.
Ciclo B
Introducción
Introducción
"Toda celebración de la Eucaristía es un rayo de ese Sol sin ocaso que es
Jesús Resucitado. Participar en la Misa, en particular el domingo,
significa entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su
luz, abrigados por su calor. A través de la celebración eucarística el
Espíritu Santo nos hace partícipes de la Vida divina que es capaz de
transfigurar todo nuestro ser mortal. y en su paso de la muerte a la
vida, del tiempo a la eternidad". (S.S. Francisco, Audiencia general, 22/11/17).
Animados por estas palabras, celebramos el Santo Sacrificio del Altar, Obra de nuestra redención, y lo hacemos en este domingo III del Tiempo Ordinario, que el Papa Francisco ha querido dedicar a la Palabra de Dios a perpetuidad. (Cf. Carta Apóstólica en forma de Motu proprio Aperuit illis, n. 3, 30/09/19).
Indicaciones para este domingo (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos): ver aquí.
En este "Domingo de la Palabra de Dios", respondamos con alegre predisposición a la iniciativa del Señor, que sale a nuestro encuentro en las Sagradas Escrituras propuestas por la santa liturgia:
Tener en cuenta las recomendaciones del Papa Francisco para este domingo peculiar:
"Las comunidades encontrarán el modo de vivir este Domingo como un día solemne. En cualquier caso, será importante que en la celebración eucarística se entronice el texto sagrado, a fin de hacer evidente a la asamblea el valor normativo que tiene la Palabra de Dios. En este domingo, de manera especial, será útil destacar su proclamación y adaptar la homilía para poner de relieve el servicio que se hace a la Palabra del Señor. (...) los obispos podrán celebrar el rito del Lectorado o confiar un ministerio similar para recordar la importancia de la proclamación de la Palabra de Dios en la liturgia. (...) Asimismo, los párrocos podrán encontrar el modo de entregar la Biblia, o uno de sus libros, a toda la asamblea, para resaltar la importancia de seguir en la vida diaria la lectura, la profundización y la oración con la Sagrada Escritura, con una particular consideración a la lectio divina". (Cf. ibídem supra).
Primera lectura: Jon. 3, 1-5. 10
La profecía de Jonás advierte con severidad sobre la destrucción que sobreviene al hombre que se obstina en el pecado. Solo el arrepentimiento y la reparación hacen de nosotros nuevas criaturas.
Segunda lectura: I Cor. 7, 29-31
Ni mensajes apocalípticos ni indiferencia y relativización del final de los tiempos.
San Pablo, con sabiduría de pastor, nos advierte sobre la urgencia de la conversión en un mundo que ignora el día y la hora del Juicio final.
Ni mensajes apocalípticos ni indiferencia y relativización del final de los tiempos.
San Pablo, con sabiduría de pastor, nos advierte sobre la urgencia de la conversión en un mundo que ignora el día y la hora del Juicio final.
Evangelio: Mc. 1, 14-20
Jesús llamó a sus primeros apóstoles como primicias de las generaciones de discípulos que habían de seguirlo hasta el final de los tiempos. No olvidemos que también nosotros hemos sido llamados a esta santa travesía.
Oración de los fieles
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, están tomadas del Viaje Apostólico del Santo Padre Francisco a Perú, y se corresponden con la Misa del domingo III del Tiempo Ordinario que el 21 de enero de 2018 él presidió en Lima, la capital de ese país:
Queridos hermanos:
El Señor quiere que todos los hombres se salven; por eso, confiados en ese designio amoroso, elevemos nuestras súplicas por la Iglesia y por el mundo:
R. Te lo pedimos, Señor.
-Por nuestro Santo Padre, el Papa N, para que siguiendo la inspiración del Espíritu Santo y el mensaje de Jesús, pueda encontrar siempre palabras y gestos oportunos para llamar a los hombres a la conversión. Roguemos al Señor.
-Por todos los obispos, sacerdotes, diáconos, y miembros de la vida consagrada, para que estén siempre atentos a las llamadas del Señor y renueven cotidianamente su fidelidad a la misión recibida. Roguemos al Señor.
-Por quienes trabajan en el orden político y social, para que entiendan su labor como una invitación del Señor a trabajar por la dignidad de las personas, por el bien de las familias, por el respeto a la vida en todas sus etapas, por la paz y la construcción de sociedades inspiradas en los valores humanos proclamados por Jesús. Roguemos al Señor.
-Por quienes padecen la falta de oportunidades laborales y carecen de las condiciones básicas para una vida digna; por los que atraviesan situaciones que los oprimen, para que encuentren creyentes en Jesucristo que los animen, mostrándoles la ternura divina, mediante la caridad sincera. Roguemos al Señor.
-Por quienes participamos en esta celebración, para que, esforzándonos por discernir las llamadas de Dios, vivamos en espíritu de sincera conversión y seamos discípulos misioneros de Cristo que anuncian la alegría del Evangelio. Roguemos al Señor.
Oración conclusiva
"Escucha, Padre de bondad, la oración de tu Iglesia, y concédenos un corazón libre de toda aflicción para servirte con pureza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, pertenecen a la Santa Misa en el "Domingo de la Palabra de Dios", presidida por el Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro, el 21 de enero de 2024:
Queridos hermanos, a Dios Padre, que en Cristo, su Hijo, se ha manifestado definitivamente al mundo, elevemos confiados nuestra plegaria:
R. Te rogamos, óyenos
-Señor, infunde tu Espíritu en la Iglesia.
Que escuche, custodie y exponga el depósito de la fe divinamente revelado y transmitido a nosotros a través de la Sagrada Escritura y la Tradición. R.
-Señor, ilumina con tu Sabiduría a los gobernantes y a las asambleas legislativas.
Que promuevan el bienestar de todos los pueblos y reconozcan la dignidad de cada persona. R.
-Señor, suscita con amor numerosos obreros para tu mies.
Que todo hombre pueda conocer tu Verdad liberadora y pueda contemplar la belleza consoladora de tu Rostro. R.
-Señor, toca el corazón de quienes en las asambleas litúrgicas ejercen el ministerio de lectores.
Que por su servicio, la Palabra de Dios sea sembrada con generosidad, germine, dé fruto en el corazón de los hombres y se difunda por todas partes. R.
-Señor, dirige tu amorosa mirada sobre los catequistas.
Que con franqueza apostólica lleven a todos los hombres el anuncio del Evangelio. R.
Oración conclusiva
"Padre Bueno, acoge nuestra humilde plegaria; que la escucha atenta y obediente de tu Palabra nos haga crecer en profunda semejanza con tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos".
A continuación, se propone como otra oración conclusiva de las preces, una colecta alternativa a la de este domingo, tomada de la edición italiana del Misal Romano y traducida al castellano. Se reemplaza la conclusión trinitaria larga, propia de toda colecta, por la breve, típica de las demás oraciones litúrgicas:
"Oh, Padre, que en el Hijo nos has dado la plenitud de tu palabra y de tus dones, haz que sintamos la urgencia de convertirnos a Ti y de adherir con toda el alma al Evangelio, para que con nuestra vida anunciemos también a los que dudan y a los lejanos, la Buena Nueva del único Salvador, Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".
Ofertorio
El anhelo de reconciliación entre nosotros y con Dios y la necesidad de conversión sean hoy las ofrendas que acompañen este pan y este vino al Altar.
Comunión
La comunión eucarística con Jesús, Resucitado y Vivo para siempre,
anticipa el domingo sin atardecer, cuando ya no haya fatiga ni dolor ni
luto ni lágrimas, sino solo la alegría de vivir plenamente y para
siempre con el Señor. (S.S. Francisco, Audiencia 13/12/17).
Despedida
La Santísima Virgen dirija nuestros pasos para que nunca nos alejemos de su Hijo Jesús.
La Santísima Virgen dirija nuestros pasos para que nunca nos alejemos de su Hijo Jesús.
15 de enero de 2018, lunes de la semana II del Tiempo Ordinario. Entrada dedicada al Papa Francisco en el día de su arribo a Chile.
(Última actualización de la entrada: 19/01/24).
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