Cada 17 de noviembre, el Calendario Romano General celebra la "memoria obligatoria" de santa Isabel de Hungría, religiosa. Este es el Prefacio propio, extraído del Misal seráfico:
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Es verdaderamente bueno y justo,
nuestro deber y fuente de salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Santo Padre, Dios todopoderoso y eterno.
Inspiraste a santa Isabel a seguir fielmente,
siguiendo el ejemplo de san Francisco,
los pasos de tu Hijo, a quien amó, sirvió y cuidó
en los miembros de los pobres y sufientes.
En el corto curso de su vida la llenaste de muchas gracias:
en la vida matrimonial la hiciste esposa fiel y madre solidaria;
en la soledad de la viudez le diste fuerza y castidad
para dedicarse a Cristo con un corazón indiviso.
Habiéndola elevado por el camino de la pobreza más heroica
a las alturas de la perfección seráfica,
la has hecho madre y maestra de una multitud de hijos e hijas,
llamados a ser levadura del Evangelio en la masa del mundo.
Por este don de tu bondad, unidos a los ángeles y santos,
cantamos el himno de tu alabanza a una sola voz...
Santo, Santo, Santo...
Fuente: Misal seráfico.
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