La Congregación del Santísimo Redentor celebra la fiesta de la Virgen del Perpetuo Socorro cada 27 de junio, y ha compuesto el siguiente Prefacio en honor de ella:
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Que por un admirable y providente
designio de tu amor,
uniste a la gloriosa Virgen María
a Cristo, tu Hijo,
en la obra de la salvación humana,
con tan estrecho vínculo,
que fue Madre suya amantísima
en su humilde Nacimiento.
Asociada a su Pasión
junto a la Cruz,
es ahora, elevada a la Ciudad celeste,
dispensadora de los tesoros de la redención
y Perpetuo Socorro del pueblo de Dios.
Ella cuida siempre con afecto materno
a los hermanos de su Hijo
que se hallan en peligros y ansiedad,
para que, rotas las cadenas de toda opresión,
alcancen la plena libertad del cuerpo y espíritu.
Por eso, con los ángeles y todos los santos,
al celebrar el memorial
de la redención y del amor de tu Hijo,
te alabamos en su nombre y cantamos sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Fuente: Misas de la Virgen.
27 de junio de 2017, en la Orden redentorista, fiesta de la Virgen del Perpetuo Socorro. Entrada dedicada a ella.
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