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lunes, 15 de diciembre de 2025

La verdadera libertad


Panel de la Puerta Santa 

 

Tolle grabatum tuum et ambula. (Cf. Mt. 9, 6; Mc. 2, 11; Lc. 5, 24; Cf. Jn. 5, 8):

"Toma tu camilla y camina".


Todo milagro de sanación hecho por Jesús es ante todo un acto soberano de su incomparable Amor, con el que nos libera las ataduras que nos esclavizan, incluso aquellas de las que habitualmente no nos percatamos. Ciertamente, muchos creyentes nos hemos acostumbrado de tal manera a convivir con ciertos pecados nuestros, a tolerarlos, e incluso hasta a justificarlos de tal manera que, siendo esclavos de ellos, vivimos como en una libertad condicional que vuelve tibia y rutinaria nuestra vida espiritual. Al conformarnos con tan poco, perdemos el horizonte de la dignísima vocación a la que hemos sido llamados.

Una sugestiva fábula puede ayudarnos a comprender ese inconsciente sopor espiritual que pone en peligro nuestra libertad de hijos de Dios:

Había una vez un grupo de animales nacidos y criados en un circo. Se sentían felices. Estaban protegidos de las inclemencias del tiempo, tenían dónde descansar y no debían ir en busca de su alimento. Nadie los maltrataba. Al contrario, en cada función, eran ovacionados por el público en imponentes escenarios de luz, música y color. Luego de muchas funciones exitosas, como el circo crecía en fama y en espectadores, tuvo que incrementar sus atractivos. Así, una mañana, cuatro grandes camiones, trajeron nuevos animales, capturados directamente de los lugares más exóticos del planeta. Aunque se veían tristes; parecían enfermos. Cuando entablaron diálogo con los animales más veteranos del circo, les contaron que habían sido violentamente apartados del paraíso en que habían nacido y crecido. Y describieron en detalle su precioso hábitat: extensos territorios en los que la naturaleza les ofrecía gran variedad de alimentos, la frescura de la lluvia, el abrazo del sol, las melodías de los vientos y muchísimos regalos más.
Al enterarse de todo esto, los animales que únicamente habían conocido el circo, se dieron cuenta de que este era muy pequeño para ellos. Tenían sed de la verdadera libertad que, ahora evidentemente, no era aquella en la que habían vivido hasta entonces. Porque no se aprecia lo que no se conoce.


Cuando el Señor invitó al paralítico, que ya estaba postrado, a cargar con su lecho y a caminar, no solamente le estaba restituyendo la salud física, sino sobre todo, la espiritual. Perdonados los pecados, le otorgaba una nueva vida, con todo lo que eso significa: dignidad, esperanza, fortaleza...

También nosotros, postrados en el lecho de nuestros errores y debilidades, estamos llamados a dejar atrás todo aquello que nos sujeta al pasado y no nos deja crecer según los planes dela Divina Providencia.

Santa María, la Virgen Hija de Sion, Madre del Mesías Libertador, nos libre de todo tipo de esclavitud.


15 de diciembre del Año Jubilar 2025, lunes de la semana III de Adviento.
Entrada dedicada Cristo Emmanuel, fuente de Vida y sanación.

sábado, 13 de diciembre de 2025

Gozos en honor de santa Lucía, virgen y mártir







Los "Gozos en honor de santa Lucía, virgen y mártir" se recogen en antiguos devocionarios y se incluyen en la novena de la santa. Relatan en verso los acontecimientos principales del martirio de la esclarecida patrona de la vista:



De nobles padres nacisteis
En Zaragoza de Sicilia,
Y a vuestra ilustre familia
Nuevo esmalte la añadiste;
En tu Oriente al mundo diste
Y al Cielo nueva alegría.


Estribillo: 

Pues quien devoto confía
En vos, halla intercesora
Sednos nuestra protectora,
Gloriosa Santa Lucía.

Tu eficaz mediación
Con Águeda, dio la vida
A tu madre, que afligida
Suplicó su intercesión;
La sanó vuestra oracion
Del flujo que padecía.

Estribillo.

Si a un joven le diste enojos,
Que abrasaba impuro fuego,
Fue porque viéndolo ciego,
Le diste tus propios ojos;
Del triunfo fueron despojos,
Que tu candor conseguía.

Estribillo.

Del Cielo fue inspiración
Resolución tan briosa,
Con que salís victoriosa
Del fuego de su pasión;
En tan proclamada acción
Os lleváis la primacía.

Estribillo.

De liberal blasonasteis
Dándole tus ojos bellos;
Si él se desojó por ellos,
Tú por él te desojaste:
Amor con amor pagaste.
Mas tu amor a otro quería.

Estribillo.

Pascasio, Juez, te prendió,
Sabiendo que eras cristiana,
Y a la casa más profana,
Que te llevasen mandó;
Por este medio pensó
Que tu candor mancharía.

Estribillo.

Se desengañó, cuán loca
Su vana presunción era,
Cuando al juzgarte ligera,
Te halló que eras firme roca
Pues de donde tu pie toca,
Moverte en vano porfía.

Estribillo.

Viendo que no os puede arrancar,
Porque raíz es tu planta,
Manda en tu blanca garganta
Un cuchillo traspasar;
Que no podían faltar
Hierros a su tiranía.

Estribillo.

Por eso, según receló
Vuestro Esposo celestial,
Se os mostró tan liberal
Enviándoos el Pan del Cielo;
Al tener cuchillo al cuello
Tal convite se seguía.

Estribillo.

Sois de la vista abogada,
Admitid, pues, nuestros ruegos
Y a vuestros devotos ciegos
Dadnos vista mejorada;
En la gloria tan deseada,
Veros piden con fe pía.

Estribillo.

Pues quien devoto confía
En vos, halla intercesora

Estribillo.

Antífona: ¡Oh, Lucia, Esposa de Jesucristo! Eres columna firme: todo el pueblo cristiano aguarda que recibas la corona de la Vida.


℣. La gracia fue derramada en tus labios.

℟. Por esto Dios te bendijo para siempre.


ORACIÓN

Señor Dios Salvador nuestro, escuchad benigno nuestras súplicas, para que así como nos alegramos en la solemnidad de la bienaventurada Santa Lucía, vuestra virgen y mártir, así también seamos encendidos con piadosos afectos de devoción. Por nuestro Señor Jesucristo vuestro Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.


13 de diciembre del Año Jubilar 2025, memoria litúrgica de santa Lucía, virgen y mártir.
Entrada dedicada a ella.



domingo, 7 de diciembre de 2025

Eventualidades litúrgicas: Domingo II de Adviento, 7 de diciembre




Cuando la solemnidad de la Inmaculada Concepción ocurre en lunes, en comunidades de arraigada devoción mariana, suele celebrarse, el domingo 7 de diciembre por la tarde la Misa propia de la Virgen, en analogía a lo que sucede cuando tal solemnidad ocurre en otros días de la semana. Esto es un error litúrgico. En efecto, no existe ninguna celebración que pueda suplir a la liturgia de los Domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, salvo concesión expresa de la Santa Sede.


Justamente, la solemnidad de la Inmaculada Concepción cuenta con dicha concesión en algunos países cuyas Conferencias Episcopales la han solicitado, pero solo cuando ocurre en el domingo 8 de diciembre. Aun así, en este último caso, se exhorta a que la segunda lectura sea la del Domingo II de Adviento; también que en la homilía y la Oración se los fieles se haga mención de tal tiempo; y que estas últimas se concluyan con la correspondiente oración colecta dominical.


Ahora bien, cuando tal solemnidad cae en lunes, TODA LA LITURGIA del 7 de diciembre debe ser la propia del Domingo II de Adviento.


Esto no significa que ese año deba "excluirse totalmente" cualquier mención a la Inmaculada de la liturgia dominical, sobre todo teniendo en cuenta aquellos lugares en los que los fieles solamente tienen una Misa el domingo, y que no podrían, por lo tanto, cumplir con el precepto ni honrar litúrgicamente a la Santísima Virgen en su festividad del 8.


En circunstancias de esta naturaleza, se sugiere lo que sigue:


Celebrar como corresponde la Misa del Domingo II de Adviento, con TODOS los textos propios, pero con un carácter mariano más marcado. Hay que tener en cuenta -aunque esto no sea lo ideal- que los fieles a veces están más atentos a las moniciones y signos que a los mismos textos eucológicos y bíblicos. (De paso, es necesario aclarar que no se permite el híbrido de unos y otros textos en celebraciones de tamaña importancia).


Ese "carácter mariano" puede lograrse:


1. Usando los ornamentos morados, pero con algún galón mariano.


2. Cantando las letanías marianas u otro cántico a la Virgen, en una eventual procesión de entrada.


3. Empleando incienso y venerando la imagen mariana al comienzo de la Misa.


4. Ilustrando a la asamblea en la homilía, a la luz de la Liturgia de la Palabra del Domingo, desde una óptica mariana: presentando a nuestra Señora como la Madre del Nuevo Adviento y Virgen de la escucha, cuya Inmaculada Concepción es el anticipo de la salvación.  Sería aconsejable referirse al dies Domini del 7 de diciembre como anticipo providencial (y excepcional) del dies Mariæ del lunes 8, enfatizando el vínculo indisoluble entre el Hijo y la Madre, más especialmente ostensible en el bendito tiempo litúrgico de Adviento.


5. Redactando la Oración de los fieles que tengan como núcleo invocaciones marianas con tintes propios de este tiempo, en súplicas del tipo:


"Por..., te rogamos junto a la Virgen Hija de Sion/Arca de la Nueva Alianza, Madre Inmaculada del Mesías..."


Esta Oración de los fieles puede concluirse con la bellísima Colecta propia de la Inmaculada Concepción.


6. Luego de la Oración después de la Comunión propia de ese Domingo, el sacerdote puede acercarse a una imagen de la Virgen, venerarla con incienso (siempre dos golpes dobles o ductus), y colocar ante ella una ofrenda floral, al son de algún cántico, seguido de una oportuna oración de consagración. (Sería un modo de "inmediata preparación" a la solemnidad mariana, en esta ocasión en que se omiten sus I Vísperas, que ceden paso a las II Vísperas dominicales).


7. Dado que la Bendición solemne siempre es facultativa, con excepción de la Vigilia Pascual, se puede emplear la Bendición solemne propia de la Virgen para el tiempo de Adviento.



7 de diciembre del Año Jubilar 2025, Domingo II de Adviento.
Entrada dedicada a la Purísima y a san Juan Bautista, Precursor del Señor.

Consultas litúrgicas XII: Precepto dominical y de la Inmaculada Concepción



Arcángel Gabriel (Puerta Santa)



Pregunta:


¿Se cumple el precepto de la Inmaculada Concepción, participando de la Misa vespertina del Domingo II de Adviento cuando este ocurre un 7 de diciembre?



Respuesta:


Respecto del cumplimiento del precepto: 


Según el Código de Derecho Canónico, se cumple el precepto participando de la Misa del día o en la de la tarde anterior. Esto es independiente del formulario que se emplee. 


(Para profundizar sobre el tema, ver aquí).


Por tanto, entre la tarde del sábado 6 de diciembre y la noche del lunes 8, todos debemos participar de dos Misas (no vale el "2×1").


1. El precepto dominical se puede cumplir participando en cualquiera de las Misas del sábado a la tarde o del domingo, como siempre.


2. El precepto de la solemnidad de la Inmaculada Concepción se puede cumplir participando, o en la Misa del domingo a la tarde -aunque esta DEBA SER la de Adviento, aquí rige el mentado Código-; o en cualquiera de las del lunes.


En síntesis, para cumplir con ambos preceptos, contamos con las siguientes opciones:


a) Participar de las Misas del sábado y domingo a la tarde (aunque como se dijo, deba emplearse, en este caso, el mismo formulario).


b) Participar en las Misas matutina y vespertina del domingo (ídem).


c) Participar en las Misas matutinas del domingo y del lunes.


d) Participar en las Misas vespertinas del domingo y del lunes.


e) Participar en la Misa vespertina del domingo y en la matutina del lunes.



7 de diciembre del Año Jubilar 2025, Domingo II de Adviento.
Entrada dedicada al Mesías y a su Madre Inmaculada.

domingo, 23 de noviembre de 2025

Plegaria a Cristo Rey por la custodia de la verdadera fe

 



"Jesucristo, Rey de los siglos, Verdad suprema e irrefutable a la que se ordenan todas las verdades, inclina tu mirada hacia la Iglesia militante, arca indefectible para la conservación, custodia y anuncio de la auténtica Doctrina.


En el curso de la historia, muchas veces, las negras humaredas del error se han cernido sobre esta Iglesia que tanto amas, han sembrado divisiones y han adulterado la fe del pueblo fiel.


En tu misericordia, Señor, siempre has suscitado de entre los pastores y las ovejas, verdaderos santos que, arriesgándolo todo, incluida su propia vida, no han dudado en ser fieles pregoneros de tu Evangelio de amor y salvación, disipando toda confusión.


Oh, Rey manso y humilde de corazón, haz que tu Espíritu Santo inflame los corazones de los santos de los últimos tiempos, para que, unidos al Papa, Vicario tuyo y Sucesor del apóstol Pedro, velen en todo el mundo por la recta Doctrina y la proclamen con amor y fidelidad, para la salvación de las almas.


Que nadie, ni obispos ni sacerdotes; ni religiosos ni laicos, se arrogue la autoridad o el derecho de adulterar, por añadido u omisión, por sincretismo o tergiversación, ni una tilde del precioso depósito de la fe, custodiado y creído "siempre,  en todas partes y por todos" (semper, ubique et ab omnibus).


Que rechacemos las propuestas anticristianas del Maligno, a saber: la aparente paridad de religiones, como camino de salvación; el oscurecimiento de la teología sacramental, que rebaja verdades inmutables al terreno de lo discutible: (el bautismo como única vía ordinaria de salvación, infelizmente convertido en simple reunión social, celebrada "a elección"; la realidad sacrificial de la Misa, en algunos lugares tristemente reducida a un mero encuentro festivo en el que todo está permitido; la relativización de la Confesión, pretendidamente devenida en consultorio sentimental de justificación de errores; el acceso de las mujeres a las sagradas Órdenes, falazmente presentado como "evolución natural" de la Divina Voluntad; la bendición de diversas uniones irregulares, entendida como sello de validación de Dios); la adopción de cualquier tipo de ideología, como etiqueta de actualización... Y tantas otras falsas creencias que contradicen lo que Tú nos has enseñado...


Rey del universo y Roca indestructible de la Verdad, por amor a tu Eterno Padre del Cielo, a tu Madre amorosa y a tu bendito padre nutricio, no permitas que el error crezca como hiedra venenosa entre las piedras vivas de tu Iglesia.


A Ti, que resplandeces siempre como única Verdad, junto con tu Padre y el Espíritu Santo, se dirijan la alabanza y la adoración de todas tus criaturas, en plena comunión con los bienaventurados, por los siglos de los siglos. Amén".



23 de noviembre del Año Santo 2025, solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.
XL Jornada Mundial de la Juventud.
Jubileo de los coros y corales.
Día de la publicación de la Carta Apostólica In unitate fidei, por Su Santidad León XIV, con motivo del 1700° aniversario del Concilio Ecuménico de Nicea.
Entrada dedicada al Rey Crucificado y Resucitado, y a todos los santos conciliares de aquella época.

domingo, 5 de octubre de 2025

"Gozos" a la Virgen del Rosario del Milagro

 



Cada primer domingo de octubre, la Arquidiócesis de Córdoba, en Argentina, celebra la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro. Estos son los tradicionales "Gozos" en su honor:



     Estribillo:

Virgen Santa del Milagro,
de mis culpas ten piedad 
y recibe con bondad 
a quien acude a ti sin cesar.

La Providencia Divina,
perenne fuente de gloria,
inspirole al gran obispo Victoria 
esta escultura sin igual.
Desde que al Perú llegara,
día a día y hora a hora,
jamás en vano le imploran 
los hombres en su caminar.

Estribillo.

Cómo llegaste del Perú 
nadie sabe explicar,
y un misterio debe ser 
el traslado peregrino.
Desde la Corte de tu Hijo,
te hiciste a nosotros cercana,
Virgen Santa Inmaculada,
destello del Amor divino.

Estribillo.

Y desde entonces, tu Hijo, 
en Salta, reina en la Cruz,
y no hay alma que no advierta
su divina protección.
Y tú, Virgen del Milagro, 
eres, en la Córdoba bella,
el faro, la luz, la estrella 
que la guía a la salvación.

Estribillo.

Más de cuatro centurias hace
que eres la Madre amorosa
que da al Perú una rosa 
de fragancia sin igual.
Y más de cuatrocientos años 
que Córdoba venera
cantando con fe sincera 
tu protección virginal.

Estribillo.

Tu protección soberana
no hay faltado un solo día,
trocando en dulce alegría 
el más agudo dolor.
Y quien con fe te venera
no se rinde en la batalla,
pues le sirven de muralla 
los ríos de tu amor.

Estribillo.

Mucho te debemos, Señora, 
y Córdoba, agradecida,
sabe muy bien que su vida
eterna la debe a vos.
Y por eso, Virgen Santa,
no hay en esta tierra, hombre
que no una tu nombre, 
en sus plegarias, a Dios.

Estribillo.

Y es tanta la devoción 
por tu imagen santa,
que Córdoba te levanta
un dosel en cada hogar;
y perenne de recuerdo, 
tiene, como un escudo,
en cada labio, un saludo,
en cada pecho, un altar.

Estribillo.



5 de octubre del Año Jubilar 2025, en la Arquidiócesis de Córdoba (Argentina), solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro.
Entrada dedicada a ella.

sábado, 4 de octubre de 2025

Himno a la Virgen del Rosario del Milagro, patrona de la Arquidiócesis de Córdoba






Cada primer domingo de octubre, la Arquidiócesis de Córdoba, en Argentina, celebra la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro. Este es el himno propio en su honor:



Hoy Córdoba canta
con dulces acentos,
un himno a su Reina
y su Madre sin par.


Diadema de oro
ciñeron la frente,
del rico tesoro,
prenda celestial.


Milagro de gracia 

la aclama su pueblo,

milagro de gloria,

de amor y bondad.


Y en torno a sus gradas
cubiertas de flores,
dijéronle amores
con fe y caridad.

Mil veces repiten
dentro de su santuario,
del Santo Rosario
las glorias sin par.


Milagro de gracia 

la aclama su pueblo,

milagro de gloria,

de amor y bondad.


¡Oh, excelsa Señora!
postrados de hinojos,
alzamos los ojos
confiados en Ti.
El ruego piadoso
de los cordobeses,
resuene mil veces 
en tu corazón.
                  






4 de octubre del Año Santo 2025, en la Arquidiócesis de Córdoba (Argentina), I Vísperas de la solemnidad de su patrona, la Virgen del Rosario del Milagro.
Entrada dedicada a ella.