![]() |
| Panel de la Puerta Santa |
Este blog, dedicado a los Papas san Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco y León, tiene como objetivo, por un lado, describir, interpretar y dar a conocer la normativa litúrgica vigente en la forma ordinaria del rito romano de la Iglesia Católica Apostólica Romana, y por otro, procurar que el inestimable y siempre renovado tesoro de los ejercicios de piedad popular, se ordene a dicha liturgia, y se vea por ésta iluminado y enriquecido.
Buscar este blog
lunes, 15 de diciembre de 2025
La verdadera libertad
sábado, 13 de diciembre de 2025
Gozos en honor de santa Lucía, virgen y mártir
De nobles padres nacisteis
En Zaragoza de Sicilia,
Y a vuestra ilustre familia
Nuevo esmalte la añadiste;
En tu Oriente al mundo diste
Y al Cielo nueva alegría.
Estribillo:
Tu eficaz mediación
Con Águeda, dio la vida
A tu madre, que afligida
Suplicó su intercesión;
La sanó vuestra oracion
Del flujo que padecía.
Estribillo.
Si a un joven le diste enojos,
Que abrasaba impuro fuego,
Fue porque viéndolo ciego,
Le diste tus propios ojos;
Del triunfo fueron despojos,
Que tu candor conseguía.
Estribillo.
Del Cielo fue inspiración
Resolución tan briosa,
Con que salís victoriosa
Del fuego de su pasión;
En tan proclamada acción
Os lleváis la primacía.
Estribillo.
De liberal blasonasteis
Dándole tus ojos bellos;
Si él se desojó por ellos,
Tú por él te desojaste:
Amor con amor pagaste.
Mas tu amor a otro quería.
Estribillo.
Pascasio, Juez, te prendió,
Sabiendo que eras cristiana,
Y a la casa más profana,
Que te llevasen mandó;
Por este medio pensó
Que tu candor mancharía.
Estribillo.
Se desengañó, cuán loca
Su vana presunción era,
Cuando al juzgarte ligera,
Te halló que eras firme roca
Pues de donde tu pie toca,
Moverte en vano porfía.
Estribillo.
Viendo que no os puede arrancar,
Porque raíz es tu planta,
Manda en tu blanca garganta
Un cuchillo traspasar;
Que no podían faltar
Hierros a su tiranía.
Estribillo.
Por eso, según receló
Vuestro Esposo celestial,
Se os mostró tan liberal
Enviándoos el Pan del Cielo;
Al tener cuchillo al cuello
Tal convite se seguía.
Estribillo.
Sois de la vista abogada,
Admitid, pues, nuestros ruegos
Y a vuestros devotos ciegos
Dadnos vista mejorada;
En la gloria tan deseada,
Veros piden con fe pía.
Estribillo.
Pues quien devoto confía
En vos, halla intercesora
Estribillo.
Antífona: ¡Oh, Lucia, Esposa de Jesucristo! Eres columna firme: todo el pueblo cristiano aguarda que recibas la corona de la Vida.
domingo, 7 de diciembre de 2025
Eventualidades litúrgicas: Domingo II de Adviento, 7 de diciembre
Cuando la solemnidad de la Inmaculada Concepción ocurre en lunes, en comunidades de arraigada devoción mariana, suele celebrarse, el domingo 7 de diciembre por la tarde la Misa propia de la Virgen, en analogía a lo que sucede cuando tal solemnidad ocurre en otros días de la semana. Esto es un error litúrgico. En efecto, no existe ninguna celebración que pueda suplir a la liturgia de los Domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua, salvo concesión expresa de la Santa Sede.
Justamente, la solemnidad de la Inmaculada Concepción cuenta con dicha concesión en algunos países cuyas Conferencias Episcopales la han solicitado, pero solo cuando ocurre en el domingo 8 de diciembre. Aun así, en este último caso, se exhorta a que la segunda lectura sea la del Domingo II de Adviento; también que en la homilía y la Oración se los fieles se haga mención de tal tiempo; y que estas últimas se concluyan con la correspondiente oración colecta dominical.
Ahora bien, cuando tal solemnidad cae en lunes, TODA LA LITURGIA del 7 de diciembre debe ser la propia del Domingo II de Adviento.
Esto no significa que ese año deba "excluirse totalmente" cualquier mención a la Inmaculada de la liturgia dominical, sobre todo teniendo en cuenta aquellos lugares en los que los fieles solamente tienen una Misa el domingo, y que no podrían, por lo tanto, cumplir con el precepto ni honrar litúrgicamente a la Santísima Virgen en su festividad del 8.
En circunstancias de esta naturaleza, se sugiere lo que sigue:
Celebrar como corresponde la Misa del Domingo II de Adviento, con TODOS los textos propios, pero con un carácter mariano más marcado. Hay que tener en cuenta -aunque esto no sea lo ideal- que los fieles a veces están más atentos a las moniciones y signos que a los mismos textos eucológicos y bíblicos. (De paso, es necesario aclarar que no se permite el híbrido de unos y otros textos en celebraciones de tamaña importancia).
Ese "carácter mariano" puede lograrse:
1. Usando los ornamentos morados, pero con algún galón mariano.
2. Cantando las letanías marianas u otro cántico a la Virgen, en una eventual procesión de entrada.
3. Empleando incienso y venerando la imagen mariana al comienzo de la Misa.
4. Ilustrando a la asamblea en la homilía, a la luz de la Liturgia de la Palabra del Domingo, desde una óptica mariana: presentando a nuestra Señora como la Madre del Nuevo Adviento y Virgen de la escucha, cuya Inmaculada Concepción es el anticipo de la salvación. Sería aconsejable referirse al dies Domini del 7 de diciembre como anticipo providencial (y excepcional) del dies Mariæ del lunes 8, enfatizando el vínculo indisoluble entre el Hijo y la Madre, más especialmente ostensible en el bendito tiempo litúrgico de Adviento.
5. Redactando la Oración de los fieles que tengan como núcleo invocaciones marianas con tintes propios de este tiempo, en súplicas del tipo:
"Por..., te rogamos junto a la Virgen Hija de Sion/Arca de la Nueva Alianza, Madre Inmaculada del Mesías..."
Esta Oración de los fieles puede concluirse con la bellísima Colecta propia de la Inmaculada Concepción.
6. Luego de la Oración después de la Comunión propia de ese Domingo, el sacerdote puede acercarse a una imagen de la Virgen, venerarla con incienso (siempre dos golpes dobles o ductus), y colocar ante ella una ofrenda floral, al son de algún cántico, seguido de una oportuna oración de consagración. (Sería un modo de "inmediata preparación" a la solemnidad mariana, en esta ocasión en que se omiten sus I Vísperas, que ceden paso a las II Vísperas dominicales).
7. Dado que la Bendición solemne siempre es facultativa, con excepción de la Vigilia Pascual, se puede emplear la Bendición solemne propia de la Virgen para el tiempo de Adviento.
Consultas litúrgicas XII: Precepto dominical y de la Inmaculada Concepción
![]() |
| Arcángel Gabriel (Puerta Santa) |
Pregunta:
¿Se cumple el precepto de la Inmaculada Concepción, participando de la Misa vespertina del Domingo II de Adviento cuando este ocurre un 7 de diciembre?
Respuesta:
Respecto del cumplimiento del precepto:
Según el Código de Derecho Canónico, se cumple el precepto participando de la Misa del día o en la de la tarde anterior. Esto es independiente del formulario que se emplee.
(Para profundizar sobre el tema, ver aquí).
Por tanto, entre la tarde del sábado 6 de diciembre y la noche del lunes 8, todos debemos participar de dos Misas (no vale el "2×1").
1. El precepto dominical se puede cumplir participando en cualquiera de las Misas del sábado a la tarde o del domingo, como siempre.
2. El precepto de la solemnidad de la Inmaculada Concepción se puede cumplir participando, o en la Misa del domingo a la tarde -aunque esta DEBA SER la de Adviento, aquí rige el mentado Código-; o en cualquiera de las del lunes.
En síntesis, para cumplir con ambos preceptos, contamos con las siguientes opciones:
a) Participar de las Misas del sábado y domingo a la tarde (aunque como se dijo, deba emplearse, en este caso, el mismo formulario).
b) Participar en las Misas matutina y vespertina del domingo (ídem).
c) Participar en las Misas matutinas del domingo y del lunes.
d) Participar en las Misas vespertinas del domingo y del lunes.
e) Participar en la Misa vespertina del domingo y en la matutina del lunes.
7 de diciembre del Año Jubilar 2025, Domingo II de Adviento.
domingo, 23 de noviembre de 2025
Plegaria a Cristo Rey por la custodia de la verdadera fe
"Jesucristo, Rey de los siglos, Verdad suprema e irrefutable a la que se ordenan todas las verdades, inclina tu mirada hacia la Iglesia militante, arca indefectible para la conservación, custodia y anuncio de la auténtica Doctrina.
En el curso de la historia, muchas veces, las negras humaredas del error se han cernido sobre esta Iglesia que tanto amas, han sembrado divisiones y han adulterado la fe del pueblo fiel.
En tu misericordia, Señor, siempre has suscitado de entre los pastores y las ovejas, verdaderos santos que, arriesgándolo todo, incluida su propia vida, no han dudado en ser fieles pregoneros de tu Evangelio de amor y salvación, disipando toda confusión.
Oh, Rey manso y humilde de corazón, haz que tu Espíritu Santo inflame los corazones de los santos de los últimos tiempos, para que, unidos al Papa, Vicario tuyo y Sucesor del apóstol Pedro, velen en todo el mundo por la recta Doctrina y la proclamen con amor y fidelidad, para la salvación de las almas.
Que nadie, ni obispos ni sacerdotes; ni religiosos ni laicos, se arrogue la autoridad o el derecho de adulterar, por añadido u omisión, por sincretismo o tergiversación, ni una tilde del precioso depósito de la fe, custodiado y creído "siempre, en todas partes y por todos" (semper, ubique et ab omnibus).
Que rechacemos las propuestas anticristianas del Maligno, a saber: la aparente paridad de religiones, como camino de salvación; el oscurecimiento de la teología sacramental, que rebaja verdades inmutables al terreno de lo discutible: (el bautismo como única vía ordinaria de salvación, infelizmente convertido en simple reunión social, celebrada "a elección"; la realidad sacrificial de la Misa, en algunos lugares tristemente reducida a un mero encuentro festivo en el que todo está permitido; la relativización de la Confesión, pretendidamente devenida en consultorio sentimental de justificación de errores; el acceso de las mujeres a las sagradas Órdenes, falazmente presentado como "evolución natural" de la Divina Voluntad; la bendición de diversas uniones irregulares, entendida como sello de validación de Dios); la adopción de cualquier tipo de ideología, como etiqueta de actualización... Y tantas otras falsas creencias que contradicen lo que Tú nos has enseñado...
Rey del universo y Roca indestructible de la Verdad, por amor a tu Eterno Padre del Cielo, a tu Madre amorosa y a tu bendito padre nutricio, no permitas que el error crezca como hiedra venenosa entre las piedras vivas de tu Iglesia.
A Ti, que resplandeces siempre como única Verdad, junto con tu Padre y el Espíritu Santo, se dirijan la alabanza y la adoración de todas tus criaturas, en plena comunión con los bienaventurados, por los siglos de los siglos. Amén".
domingo, 5 de octubre de 2025
"Gozos" a la Virgen del Rosario del Milagro



~3.jpg)


