Ciclo B
Introducción
Dios es "aquel que viene": vino a nosotros en la persona de Jesucristo; sigue viniendo en los sacramentos de la Iglesia y en todo ser humano que implora nuestra ayuda; y vendrá en la gloria al final de los siglos". (Cf. San Juan Pablo II, Ángelus, 28/11/99).
"Con este primer domingo de Adviento entramos en el tiempo de cuatro (tres) semanas con que inicia un nuevo Año litúrgico y que nos prepara inmediatamente para la Navidad, memoria de la Encarnación de Cristo en la historia. Pero el mensaje espiritual del Adviento es más profundo y ya nos proyecta hacia el regreso glorioso del Señor, al final de nuestra historia". (Cf. S.S. Benedicto XVI, homilía, 30/11/08).
Luego del saludo inicial, que es propio, si se cree conveniente, en lugar del Acto penitencial, puede realizarse el rito de la Corona de Adviento. En este primer Domingo conviene bendecirla; para acceder al rito, hacer clic aquí. En otra entrada de este blog, se ofrece un modelo de oración para el encendido de cada cirio. Hacer clic aquí.
Liturgia de la Palabra
Primera lectura: Is. 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
Oración de los fieles
O bien, invocación de la Misa de beatificación de la madre Catalina de María Rodríguez, presidida por el cardenal Ángelo Amato, entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y Enviado papal, en Córdoba, Argentina, el 25 de noviembre de 2017:
R. "Te presentamos nuestra oración, Dios de la Vida, Dios del Amor". (Cristóbal Fones, sj.)
-Por un Adviento de más profunda meditación de la Palabra de Dios y escucha de la Madre Iglesia, en la persona del Papa y de los demás obispos. R.
-Por un Adviento de mayor compromiso con lo que menos tienen, en la oración y la solidaridad. R.
-Por un Adviento de renovación de la esperanza, especialmente en los pueblos víctimas de la pobreza, los enfrentamientos de cualquier índole y las catástrofes naturales. R.
-Por un Adviento de perdón hacia quienes nos han hecho daño y de mayor apertura hacia los que piensan diferente. R.
-Por un Adviento de oración más intensa por las Almas benditas del Purgatorio, que esperan la plena purificación y la felicidad sin fin. R.
O bien:
Las siguientes preces, con las necesarias adaptaciones, son las de la Santa Misa que concelebró el Papa Francisco con los neocardenales, en la Basílica de San Pedro, el 29 de noviembre de 2020. (Los purpurados habían sido creados el día anterior):
Queridos hermanos y hermanas, en la espera de la plena manifestación del Señor nuestro, Jesucristo, pidamos confiados a Dios Padre los dones de gracia necesarios para la vida presente:
R. Te rogamos, óyenos.
-Padre, infunde la abundancia de tus dones en nuestro Papa N, y en los cardenales y obispos que has constituido pastores de tu pueblo. R.
-Padre, haz resplandecer la belleza de la Iglesia, esposa de tu amado Hijo, en la santidad de vida de los ministros del altar. R.
-Padre, reaviva en las personas consagradas la alegría de pertenecer totalmente a Ti y custódialas en su amistad Contigo. R.
-Padre, suscita en todos los bautizados el deseo de acudir, con perseverante vigilancia y caridad fraterna, al encuentro de Cristo que viene. R.
-Padre, concédenos la paz en nuestros días y haz que la humanidad reconozca la fuente de la verdad y de la salvación en el "Sol que nace de lo alto". R.
Oración conclusiva
"Oh, Dios, nuestro Padre, que nunca te olvidas de nosotros, obra de tus manos, danos la ayuda de tu gracia para que aguardemos vigilantes y con amor irreprensible la gloriosa Venida de nuestro Redentor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".
Comunión
Aquel que vino por primera vez en la fragilidad de nuestra carne y vendrá como Juez glorioso al final de los tiempos, es el que viene aquí y ahora como Pan de vida y esperanza. Acojámoslo con un corazón dispuesto a anunciar y a poner en práctica sus santos Mandamientos.
Despedida
"Iluminados por la Palabra de Dios y sostenidos por la gracia divina, pongámonos en camino hacia el Señor que viene". (Cf. San Juan Pablo II, homilía, 28/11/99).
"María, Hija de Sión, elegida por Dios para ser Madre del Redentor, nos guíe y acompañe; y haga fecunda y llena de alegría nuestra preparación para la Navidad" (Ídem).
"Madre de Dios, Virgen de la espera, haz que el Dios que viene nos encuentre dispuestos a acoger la abundancia de su misericordia". (Cf. San Juan Pablo II, Ángelus, 28/11/99).
O bien:
28 de noviembre de 2017, martes de la semana XXXIV del Tiempo Ordinario.
Festividad de santa Catalina Labouré, virgen.
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