Cada 25 de abril, la Iglesia Universal
celebra la fiesta de san Marcos, evangelista. Mientras que en el Rito romano
se emplea el Prefacio de Apóstoles II, en la liturgia ambrosiana
se canta el siguiente Prefacio, compuesto para los santos evangelistas, -por lo que también se usa para Lucas- (se ha traducido al español
simplemente a modo ilustrativo y como homenaje al santo autor del más antiguo de los Evangelios):
PREFACIO
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Es verdaderamente bueno y justo exaltarte,
oh, Dios de la sabiduría infinita.
Tú has querido que los santos misterios de Cristo,
tu Hijo,
principio de redención y vida,
fueran conocidos por las Escrituras Divinas
por la labor de hombres iluminados por el Espíritu Santo.
Así, las palabras y los gestos del Salvador,
confiados a las páginas inmortales de los Evangelios,
son entregados a la Iglesia
y se convierten en semillas fecundas
que a lo largo de los siglos germinan
frutos de gracia y gloria.
Formado en esta admirable escuela,
nos unimos alegremente a los coros de ángeles
y santos
y concordes, te elevamos el himno de alabanza:
Santo, Santo, Santo...
25 de abril de 2020, fiesta de san Marcos, evangelista.
Entrada dedicada a él y a los otros tres evangelistas.
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