El jueves que sigue a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (es decir, seis días después de esta), en muchos lugares se celebra la festividad del Corazón Eucarístico de Jesús, que pretende poner de relieve el máximo Don que ha brotado del Sacratísimo Corazón de Cristo: la Eucaristía.
Este es el formulario propio de la Misa en la Forma Ordinaria, precedido por una nota explicativa. (Fuente: Misal de los padres redentoristas).
El culto al Corazón Eucarístico de Jesús no se diferencia sustancialmente del culto que la Iglesia tributa al Sagrado Corazón de Jesús. La liturgia venera con respeto, amor y gratitud, el símbolo del amor supremo por el cual Jesucristo instituyó el Sacramento de la Eucaristía, a fin de permanecer con nosotros para siempre. Con todo derecho, este adorable designio del Corazón de Jesucristo, suprema demostración de su amor, debe ser venerado con culto especial. Por ello, el Papa León XIII erigió en la Iglesia de San Joaquín en Roma, confiada a los Redentoristas, una archicofradía bajo el título de "Corazón Eucarístico de Jesús", que nos da la Santísima Eucaristía. Pío XII, en la encíclica Haurietis aquas, promovió dicha devoción con estas palabras: “No será fácil comprender la fuerza del amor que llevó a Jesucristo a entregarse a nosotros como Alimento espiritual, si no se fomenta de modo especial el culto al Corazón Eucarístico de Jesús ".
Antífona de entrada: Jn. 13, 1
Sabiendo Jesús que había llegado el momento de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en este mundo, los amó hasta el fin. Aleluya.
Oración colecta
Señor Jesucristo, que instituiste la Eucaristía y el Sacerdocio para entregar a los hombres las riquezas de tu amor, concédenos amar ardientemente tu Corazón y usar dignamente tus dones. Tú que eres Dios con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo...
Liturgia de la Palabra: Ef. 3,8-19; 4,7.11-13; Sal 115 (Ant. "Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de salvación"); Aleluya (V. Jer. 1, 3: "Te amé con amor eterno y, compadecido, te atraje hacia mí"); Lc. 22, 14-20.
Oración sobre las ofrendas
Señor Jesús, que concedes a tu Iglesia la celebración de estos misterios, para que ella misma se ofrezca contigo como hostia santa, enciende nuestros corazones con el fuego de tu amor. Tú que vives y reinas...
Antífona de comunión: Mt. 28, 20
He aquí que yo estoy ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos. Aleluya.
Oración después de la Comunión
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