Según la Instrucción General del Misal Romano, el incienso se puede usar en cualquier forma de Misa (Cf. n. 276). Esta afirmación, que da cuenta de la posibilidad, se manifiesta en el Misal con expresiones tales como "según la oportunidad", "si se usa el incienso", que subrayan el carácter hipotético de la rúbrica.
Ahora bien, hay muy pocos casos en los que no es algo optativo sino obligatorio. Son los siguientes:
En la Vigilia Pascual para la procesión con el Cirio (a. Cf. MR, n. 15), para el mismo Cirio y el Pregón Pascual (b, c. Cf. MR, nn. 18, 19) y para la proclamación del Evangelio (d. Cf. MR, n. 35).
El incienso también es obligatorio el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor,
para la procesión con las candelas, que tiene lugar si se opta por la
primera forma propuesta por el Misal (e. Cf. MR, n. 5). En cambio, el uso del incienso se presenta como facultativo durante la Misa (f. Cf. MR, n. 8).
Veamos el texto de las rúbricas citadas:
a. Cereo accenso, unus ex ministris assumit carbones ardentes de igne ac ponit eos in thuribulum et sacerdos, more solito, incensum imponit. Diaconus vel, eo absente, alius minister idoneus, accipit a ministro cereum paschalem et ordinatur processio. Thuriferarius cum thuribulo fumiganti incedit ante diaconum vel alium ministrum, qui cereum paschalem defert.
Encendido el cirio, uno de los ministros toma carbones encendidos del fuego y los pone en el incensario. El sacerdote, según costumbre, impone el incienso. El diácono, o en su ausencia otro ministro idóneo, recibe del ministro el cirio pascual y se organiza la procesión. El turiferario, con el incensario humeante, camina delante del diácono o el ministro que lleva el cirio pascual.
b. Cum ad altare pervenerit, sacerdos vadit ad sedem suam, candelam ministro tradit, imponit et benedicit thus sicut ad Evangelium in Missa.
Cuando el sacerdote ha llegado al altar, va a su sede, entrega la candela al ministro, impone y bendice el incienso como para el Evangelio en la misa.
c. Diaconus, incensatis libro et cereo, annuntiat præconium paschale...
El diácono, una vez incensados el libro y el cirio, anuncia el pregón pascual...
d. Sacerdos, more solito, imponit incensum et diacono benedicit. Ad Evangelium non portantur luminaria, sed tantum incensum.
De la forma acostumbrada, el sacerdote impone incienso y bendice al diácono. Para la proclamación del Evangelio no se llevan cirios sino solamente incienso.
e. Et aspergit candelas aqua benedicta, nihil dicens, incensum imponit ad processionem.
f. Sacerdos, cum ad altare pervenerit, illud veneratur et, pro opportunitate, incensat.
Como puede advertirse, en los ejemplos a, b, c. d y e, las rúbricas prescriben el incienso sin dejar su uso ad libitum, -como en f y en todos los demás casos del Missale Romanum-.
Cuando preside el Obispo, el uso obligatorio del incienso se amplía a más casos. El Cæremoniale Episcoporum dice textualmente (Cf. nn. 87, 88):
También se usa incienso, como se describe en los libros litúrgicos:
a) en la Dedicación de una iglesia y de un altar;
b) en la consagración del sagrado Crisma, cuando se llevan los óleos benditos;
c) en la exposición del Santísimo Sacramento con la custodia;
d) en las Exequias de los difuntos.
Además, el incienso se emplea de ordinario, en las procesiones de la Presentación del Señor, del Domingo de Ramos, de la Misa en la Cena del Señor, de la Vigilia pascual, en la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo; en la solemne traslación de las reliquias, y en general en las procesiones que se hacen con solemnidad.
Para profundizar sobre el uso del incienso en el culto, ver aquí.
28 de mayo de 2023, solemnidad de Pentecostés.
Entrada dedicada al Espíritu Santo, "Señor y Dador de vida".
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