“Mihi autem nimis honorati sunt amici tui, Deus; nimis confortatus est principatus eorum” Ps. 138,7.
“A tus amigos,
Señor, grandes honras yo rindo; su poderío es inconmensurable”.
La vida de los santos es, toda
ella, un cántico de alabanza al Creador y una profesión de fe en Cristo, a Quien
aquellos están inseparablemente unidos, y a Quien han preferido antes que a
todo y a todos, incluso, antes que a sí mismos.
Lo admirable
de estos campeones de la fe es que fueron hombres y mujeres como nosotros, con
las mismas tentaciones y debilidades. No obstante, supieron abrir su corazón a
la gracia de Dios, y pudieron vencer todo esto por su inquebrantable fe en
Cristo, dejando huellas en el camino que hemos de seguir, si queremos ser salvos.
En tiempos como los actuales, en
los que es evidente la crisis de valores, queremos evocar a estos cristianos
ejemplares, no solo para la mera admiración, sino, lo que es más importante
aun, para que sean imitados en sus virtudes, invocados en las necesidades y
honrados con gratitud, por ser amigos fidelísimos del Señor.
Para ello, se propone el siguiente proyecto, destinado a implementarse principalmente en colegios católicos:
Todos
los años, cada curso contará con un “protector celestial”, que
será el guía, el “amigo” que lo acompañará de un modo especial durante todo el
año. Por su parte, los alumnos procurarán investigar sobre la vida del santo
correspondiente y acercarse a ella con los elementos que les puedan ofrecer
las diferentes asignaturas de acuerdo con sus especificidades, y nunca en
detrimento del tiempo que hayan previsto para el desarrollo de sus respectivos
programas de estudio. (Cf. Infra)
Criterios para la selección de santos
Se ha dicho que cada curso se
encomendará a un santo, el cual será su “protector y guía” en el transcurso del
año. Ahora bien, de entre la incontable muchedumbre de santos, ¿cómo saber
cuáles elegir cada año? He aquí algunos criterios que pueden servir de
orientación al respecto:
Es aconsejable optar por santos
(o beatos):
*Particularmente venerados en el
año en curso, a causa de circunstancias especiales (por ejemplo, en sus
aniversarios jubilares de nacimiento o muerte, beatificación o canonización).
*Especialmente invocados, por ser
patronos de alguna circunstancia peculiar que caracterice al año en cuestión,
en el orden político, social, económico o religioso, a escala mundial,
continental, nacional, provincial, municipal, y hasta institucional, o también, del aula.
*Con biografías de fácil acceso,
y enseñanzas (escritos y/o anécdotas) que estén de acuerdo con la realidad y
las necesidades de los diferentes grupos.
*De diferentes épocas y lugares
del mundo; condiciones sociales, estados y edades, costumbres y formaciones
culturales distintas (lo cual evidencia que la santidad está “al alcance”, por
decirlo así, de todos los hombres y mujeres, sin distinción alguna).
*Pertenecientes a las Comunidades o Familias religiosas que puedan
estar a cargo de las instituciones educativas.
La
página vaticana www.vatican.va en el ítem
“Santos y Beatos” puede ser útil al respecto.
Elección del santo por curso
De hacerse el sorteo, es conveniente tener en
cuenta los siguientes puntos:
-Conviene que previamente se haya
explicado a cada curso el sentido y la importancia de esta elección.
-Luego de que hayan sido
seleccionados los santos, sus nombres son escritos en pequeños papeles por los
docentes de las asignaturas arriba mencionadas o por algunos otros miembros de
la comunidad educativa considerados idóneos para ello.
-A continuación, se procede a la
elección “por sorteo”; es significativo que se realice en cada curso, en las
horas de las asignaturas responsables de la iniciativa, y en marzo, es decir,
en el primer mes de clases, para que el santo elegido, “acompañe” realmente
durante todo el año a “su curso”. Sería
aconsejable que la elección tuviera lugar, el 19 de marzo (o en alguna fecha
cercana a él), ya que en ese día se celebra la Solemnidad de nuestro Padre y
Señor si an José, el más glorioso de los santos (después de la Santísima Virgen),
al que el Altísimo confió sus tesoros más preciados: Jesús y María).
Así, en la fecha elegida, algún
miembro del curso, que debe caracterizarse al menos por su sincero respeto y
por su plena conciencia sobre lo que va a realizar, extrae desde una urna
previamente preparada, un papel que estará doblado y que tendrá escrito el
nombre de algún santo o santa cuyo nombre es aún ignorado por los alumnos.
-Acto seguido, el docente recibe
el papel, lee y anuncia en voz alta el nombre del santo elegido, trazando una
brevísima semblanza sobre él, previamente preparada por los docentes a cargo, como para ofrecer a los alumnos una “primera
presentación” del nuevo “amigo celestial”. La profundización sobre la vida del
santo corresponderá luego a cada curso bajo la guía y orientaciones de los
docentes, como se explicitará más abajo.
+Desde la Lengua y la Literatura
se puede abordar algún escrito del santo -si lo hubiere- analizando su pensamiento y
apreciando sus enseñanzas. También se pueden confeccionar diferentes tipos de
textos sobre el santo, o dirigidos a él (monografías, informes, ensayos, simulacros
de entrevistas, cartas, oraciones, poesías, retratos, o cualesquiera otros,
según lo previsto por los programas de cada curso). Se sugiere la confección de
un texto dramático en orden a la representación teatral de algún episodio
significativo de la vida del santo. Sería una oportunidad para conjugar la
expresión escrita, con la oral y física.
+Desde la asignatura “Teatro” u otras afines, se
puede escenificar el texto dramático mencionado antes. Se pude averiguar si hay películas u obras teatrales que ilustren la vida del santo.
+Desde la Música, pueden
ensayarse canciones sobre el santo –si las hubiere-, o bien musicalizar
poesías, fruto de la producción personal de los alumnos bajo la supervisión de
los docentes de Lengua Castellana y de Formación Cristiana.
+Desde la Historia, y con la
colaboración de la Informática, a partir del uso de Internet, se puede
investigar sobre los aspectos más significativos de la vida del protector
celestial, como así también sobre las particulares circunstancias del momento
en que vivió. A este respecto la Informática como asignatura puede fomentar la elaboración de algún power point que resuma la vida del bienaventurado.
+Desde Ética y Formación Cristiana, Religión o materias a las que esto competa, se puede proveer a los alumnos de una muy breve pero sugestiva oración sobre cada uno de
los santos elegidos para cada curso. La oración debe contar con la aprobación del párroco, si no es de las que son tradicionales en la Iglesia. Cada alumno tendrá una copia de dicha
oración, de modo que al comienzo de la jornada escolar, la recen todos con el
docente que tengan en la primera hora. Es importante que esto se lleve a cabo en
el curso, para que se distinga de la oración comunitaria que suele realizar
diariamente toda la Institución en los horarios establecidos. La oración del
santo protector puede exhibirse en las paredes de las aulas de modo que pueda
ser fácilmente leída por todos.
Cómo honrar al santo elegido
El mejor modo de honrar a un
santo y de alabar a Dios por las maravillas que en él ha obrado, es, sin duda,
imitar sus virtudes diariamente. Aun así, la Santa Iglesia, por lo general
establece un día del año para rendir culto a sus santos más conocidos. Procuremos
dar una idea acerca de lo que es “rendir culto” a un santo o beato. Para ello,
debemos distinguir los “grados”, por decirlo así, de culto que el hombre puede
tributar, y hacia quiénes deben ir dirigidos.
En primer lugar está el llamado
culto de latría, es decir la
adoración que toda criatura racional debe rendir al Dios verdadero,
Padre, Hijo y Espíritu Santo; y solamente a Él.
En segundo lugar, el culto de dulía, que es el que podemos tributar a
los santos que reinan con Dios en el Cielo; no se trata de adoración, sino de
veneración, un modo especial de rendir homenaje y de manifestar nuestro respeto
hacia quienes nos han precedido en el Paraíso, y desde allí no dejan de
ayudarnos para que también nosotros nos reunamos con ellos.
El culto de dulía posee, por llamarlos de alguna manera, diversos “sub-grados”, de acuerdo con la importancia de cada santo en el Cielo. En efecto, no todos estos amigos de Dios poseen la misma corona de gloria. Por ello, la Iglesia los agrupa en categorías. Así, podemos distinguir:
La Santísima Virgen
María, Regina omnium Sanctorum (Reina
de todos los santos).
Todos los Coros de
Espíritus bienaventurados, es decir, las jerarquías angélicas, en el siguiente
orden: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potestades, Virtudes,
Principados, Arcángeles y Ángeles.
Los Santos
Patriarcas.
Los Santos Profetas.
Los Santos Apóstoles.
Los Santos Mártires.
Los Santos Doctores.
Los Santos Pastores.
Las Santas Vírgenes.
Los Santos religiosos
y religiosas.
Los Santos laicos
(varones y mujeres).
Tal y como parece expresarlo el caligrama precedente, la vida de los santos es como un cáliz, que unido al de la
Sangre de Cristo, no deja de ofrecerse al Padre por la salvación del mundo.
A la Madre de Dios, por su
participación insustituible en la obra de la redención, le corresponde un culto
superior al de todos los demás santos, el cual recibe el nombre de hiperdulía.
San José, padre adoptivo de Jesús
y Esposo de María, por este vínculo incomparable que lo une al Redentor y a su
santísima Madre, merece un culto especial llamado suprema dulía. Integra, siendo el primero de ellos, la categoría de
los Patriarcas.
Luego de esta digresión, volvamos
al día propio en que se rinde culto a cada santo. Por lo general coincide con
la fecha de su muerte terrenal, y se le llama, en lo que parecería una
paradoja, dies natalis, día del
nacimiento (a una nueva vida, para la eternidad).
Es necesario que cada curso
conozca cuál es el día de la fiesta de su santo protector, para que, junto con
los docentes de las áreas interesadas, pueda prever de qué manera lo honrará
(Misa, ejercicio de piedad, práctica concreta de alguna obra de caridad).
Aquí urge aclarar que la
celebración eucarística en el día del santo, es el mejor modo de honrarlo y de
unirnos más íntimamente al Señor Jesucristo, a quien los justos han hecho la
ofrenda agradable de su vida.
Sería ideal que en cada curso
hubiera, junto a la oración, una imagen del santo, con su nombre y la fecha de
su fiesta. En caso de que la fiesta del santo se celebre en tiempo de receso, o
en algún otro día en que no haya clases, se puede optar por honrarlo en alguna
otra fecha, preferentemente significativa en relación con la vida del santo
(aniversario de beatificación o canonización, por ejemplo).
Un modo tradicional de realizar
la debida preparación espiritual para la fiesta del santo, es el rezo de la
novena, que comienza, como su nombre lo indica, nueve días antes de
dicha fiesta, y que se concluye el día inmediatamente anterior. Consiste en
rezar cada día la oración meditando sobre algún aspecto de la vida del santo y
solicitándole su intercesión ante Dios para la obtención de alguna gracia.
Más breve que la novena es el
triduo (tres días), y se reza del mismo modo que aquélla.
En el día de la fiesta, o en el
que se ha elegido para hacer memoria del santo, el curso que lo tenga como
protector, podrá compartir con el resto de la Institución alguna semblanza o la
misma oración sobre este amigo celestial.
Es de desear que esta iniciativa
no se restrinja solamente al ámbito de tal o cual asignatura, como si fuera
algo privativo de ella, sino que la Institución toda experimente la gracia de
vivir una comunión más íntima con los miembros ilustres de esta gran familia
que es la Iglesia, héroes preclaros de la fe, quienes habiendo dejado ya esta
vida terrena, resplandecen en el Cielo, y desde allí, a los que aún marchamos
entre penumbras, nos ofrecen el ejemplo de su valiente testimonio, la luz
admirable de sus enseñanzas y el don celestial de su protección.
Omnes Sancti, et Sanctae Dei, intercedite pro nobis ante Dominum
nostrum, Iesum Christum.
Todos los Santos y Santas de
Dios, interceded por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.
24 de agosto de 2012, fiesta de san Bartolomé, apóstol.
Entrada dedicada a él.
24 de agosto de 2012, fiesta de san Bartolomé, apóstol.
Entrada dedicada a él.
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