La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una de las más entrañables para el Pueblo de Dios. La piadosa práctica de la Confesión y Comunión de los nueve primeros viernes de mes se ha difundido por todo el mundo, sobre todo gracias a la obra del Apostolado de la Oración.
Recomiendo la lectura de esta Encíclica de Su Santidad Pío XII para profundizar sobre el culto al Sagrado Corazón de Jesús: Haurietis aquas.
El siguiente es un guion que puede emplearse en la Misa votiva de los primeros viernes en honor del Sagrado Corazón, la cual puede celebrarse en cualquier feria del Tiempo Ordinario, haya o no inscripta una memoria facultativa.
Debe evitarse que la Misa votiva del Sagrado Corazón de Jesús se celebre como si fuera la homónima festividad, fijada anualmente con el grado litúrgico de solemnidad en el viernes que sigue a la festividad del Cuerpo y la Sangre de Cristo cuando esta se ha trasladado al domingo siguiente, por no ser de precepto.
Debe evitarse que la Misa votiva del Sagrado Corazón de Jesús se celebre como si fuera la homónima festividad, fijada anualmente con el grado litúrgico de solemnidad en el viernes que sigue a la festividad del Cuerpo y la Sangre de Cristo cuando esta se ha trasladado al domingo siguiente, por no ser de precepto.
Formulario de Misa: aquí.
Introducción
"Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío".
Esta invocación, que se repite día a día en cada punto del Planeta desde hace siglos, expresa la devoción del santo pueblo de Dios al Corazón traspasado del Salvador, eternamente amante de la humanidad.
No solamente la lanza del soldado atravesó este Divino Corazón. También nuestros pecados siguen agraviándolo cada día. Por eso, esta Misa es no solamente de acción de gracias sino también de desagravio al Señor.
Agradezcamos pues, al Señor, por el gran aprecio con que la liturgia ha acogido esta devoción y pidamos perdón por las ofensas que a diario ofendemos a ese Corazón que tanto nos ama, que tanto nos espera y que tanto tiene para darnos.
Agradezcamos pues, al Señor, por el gran aprecio con que la liturgia ha acogido esta devoción y pidamos perdón por las ofensas que a diario ofendemos a ese Corazón que tanto nos ama, que tanto nos espera y que tanto tiene para darnos.
Se omite el himno Gloria in excelsis.
Liturgia de la Palabra
Única introducción
La siguiente monición puede emplearse cualesquiera sean las lecturas bíblicas que se proclamen:
El Corazón abierto de nuestro Señor Resucitado, perpetuamente palpitante, hace viva cada palabra de las Sagradas Escrituras. Escuchemos al mismo Dios que nos habla.
Oración de los fieles (optativa)
R. Que el Corazón de Cristo sea nuestro refugio.
O bien:
R. Divino Corazón de Jesús, haznos arder en caridad.
-En estos tiempos de persecución contra la Iglesia, negación de las verdades del Evangelio y mofa de todo lo sagrado. R.
-En estos tiempos de primacía de relativismo, proliferación de ideologías y adoctrinamiento masas en conceptos y prácticas anticristianas. R.
-En estos tiempos de indiferencia hacia los más necesitados, opresión de los más débiles y ridiculización de los creyentes. R.
-En estos tiempos de vacilación de la fe, disminución de la esperanza y banalización del amor. R.
-En estos tiempos de tibieza en la oración, indigna o sacrílega recepción de los sacramentos y consecuente abandono de la práctica religiosa. R.
-En esos tiempos en que nosotros mismos no somos constantes pregoneros del Evangelio, ni con las palabras ni con las obras. R.
Ofertorio
De la tierra ha brotado este pan y este vino que llevaremos al Altar. Y del Corazón Eucarístico de Jesús ha surgido el amoroso deseo de dársenos como Alimento bajo las apariencias de esos dones.
Se puede emplear el Prefacio propio del Sagrado Corazón de Jesús: De immensa caritate Christi.
Comunión
Antes de comulgar, recordemos las palabras que el Corazón Amante de Jesús dirigió a santa Margarita María Alacoque, y al recibirlo en gracia, desagraviémoslo, adorándolo como Maná vivo y que da vida:
"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de ellos no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este Sacramento de Amor", que es la Eucaristía. (Mensaje a santa Margarita, 16 de junio de 1675).
"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de ellos no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este Sacramento de Amor", que es la Eucaristía. (Mensaje a santa Margarita, 16 de junio de 1675).
Despedida
Hermanos, al participar de esta Misa, hemos "escuchado", por así decirlo, los tiernos latidos del Corazón misericordioso de Jesús. Seamos fieles transmisores de esta melodía de consuelo y esperanza.
7 de junio de 2018, I vísperas de la solemnidad del Sacratísimo Corazón de Jesús. Entrada dedicada a Él, en este mes que Le está consagrado.
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