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lunes, 22 de octubre de 2012

Letanías a San Juan Pablo II




Emilia y Karol, padres del Papa santo 



Las letanías a san Juan Pablo II, de la autoría del blog, pueden rezarse o cantarse en la devoción privada.

El esquema tradicional, como puede verse, es el propio de toda forma de letanías. Comienza con el Kyrie, al que le sigue la invocación trinitaria. Concluye con la invocación al Señor como Cristo y como Cordero de Dios.

Luego de la mencionada invocación trinitaria, se han añadido tres invocaciones marianas: la más importante, de la Maternidad Divina; y dos advocaciones más, que entre otras, marcaron la vida del santo Pontífice polaco: Salud del Pueblo Romano (a la sazón, patrona de este blog), y la Virgen de Czestochowa, la más querida advocación de su tierra natal.

Las invocaciones referidas a Juan Pablo II aluden a sus virtudes heroicas, a su historia y a su obra antes y después de ocupar la Sede de Pedro. Están distribuidas en ocho grupos de siete.

He aquí, por tanto, un humilde homenaje a este Papa inolvidable que sigue iluminándonos desde la gloria:


 


LETANÍAS

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Dios Padre Celestial, ten piedad
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad
Dios Espíritu Santo Paráclito, ten piedad
Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
Santa María, Salus Populi Romani,
Nuestra Señora de Czestochowa,

 Juan Pablo II, fidelísimo Vicario de Cristo,
 Juan Pablo II, dignísimo Sucesor de Pedro,
 Juan Pablo II, faro encendido por Dios en la Ciudad Eterna,
 Juan Pablo II, preclaro hijo de la noble Polonia, 
 Juan Pablo II, emisario del amor del Padre,
 Juan Pablo II, auténtico icono del Buen Pastor,
 Juan Pablo II, paladín de la Divina Misericordia,

 Juan Pablo II, morada luminosa del Espíritu Santo,
 Juan Pablo II, humilde embajador de la Trinidad,
 Juan Pablo II, hijo dilectísimo de la Virgen María, 
 Juan Pablo II, apasionado apóstol del Rosario,
 Juan Pablo II, pregonero de la paz del Resucitado,
 Juan Pablo II, peregrino incansable del Reino,
 Juan Pablo II, testigo audaz del Evangelio,

 Juan Pablo II, valiente defensor de toda vida,
 Juan Pablo II, modelo de paciencia en las pruebas,
 Juan Pablo II, celoso guardián del rebaño de Cristo,
 Juan Pablo II, eco de la Sabiduría divina,
 Juan Pablo II, baluarte de la verdadera fe,
 Juan Pablo II, misionero de esperanza,
 Juan Pablo II, insigne maestro de la caridad, 

 Juan Pablo II, justo en las palabras,
 Juan Pablo II, elocuente en el silencio,
 Juan Pablo II, veraz intérprete del Concilio, 
 Juan Pablo II, Pontífice Magno,
 Juan Pablo II, Pontífice eucarístico,
 Juan Pablo II, Pontífice misericordioso,
 Juan Pablo II, Pontífice mariano,

 Juan Pablo II, Pontífice piadoso, 
 Juan Pablo II, Pontífice de la alegría,
 Juan Pablo II, Pontífice ecuménico,
 Juan Pablo II, Pontífice de la unidad,
 Juan Pablo II, Pontífice del perdón,
 Juan Pablo II, Pontífice del valor,
 Juan Pablo II, Pontífice de la entrega, 

 Juan Pablo II, atleta de la nueva evangelización, 
 Juan Pablo II, umbral del Tercer Milenio, 
 Juan Pablo II, luminaria del Jubileo del Año 2000,
 Juan Pablo II, creador y Patrono de las Jornadas Mundiales de la Juventud,
 Juan Pablo II, autor de las Jornadas Mundiales de la Familia,
 Juan Pablo II, gestor de las Jornadas Mundiales del Enfermo,
 Juan Pablo II, astro radiante en la noche del mundo,

 Juan Pablo II, dulce protector de los niños,
 Juan Pablo II, auténtico amigo de los jóvenes,
 Juan Pablo II, bálsamo de los afligidos,
 Juan Pablo II, regazo de los huérfanos,
 Juan Pablo II, remanso de los agobiados,
 Juan Pablo II, escudo de los perseguidos por la fe,
 Juan Pablo II, leal portavoz del Verbo de Dios,

 Juan Pablo II, eximio interlocutor de las generaciones,
 Juan Pablo II, artífice del diálogo entre culturas,
 Juan Pablo II, gigante demoledor de muros,
 Juan Pablo II, genuino constructor de puentes,
 Juan Pablo II, diestro timonel de la Iglesia Católica,
 Juan Pablo II, blanco padre de la humanidad,
 Juan Pablo II, roca inquebrantable ante el Maligno,

Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Oración

Dios eterno, Supremo Pastor de tu Pueblo, que en la persona y el ministerio del Papa San Juan Pablo II, diste a la Iglesia un insigne defensor de la verdad y un verdadero apóstol de caridad, concédenos, te rogamos, que en nuestro caminar hacia la plena luz, contemos siempre con el auxilio celestial de aquel que en la Tierra, supo apacentarnos amorosamente, siendo fiel Vicario de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.


22 de octubre de 2012, memoria litúrgica de san Juan Pablo Magno, Papa.
(Última actualización de la entrada: 17/10/22).


domingo, 21 de octubre de 2012

Rito de canonización




La Oficina de Celebraciones litúrgicas de Benedicto XVI, en los últimos años del Pontificado de este gran Papa, realizó algunas modificaciones al Rito de canonización de beatos tal como se había celebrado hasta entonces. En adelante, podrán usarse cualquiera de los dos ritos (el anterior y éste), aunque ambos deben cumplir con determinados requisitos, a saber, que sigan inmediatamente a la Señal de la Cruz, y no al Kyrie, como antes, para evitar que se altere la unidad de la Misa; que se cante el himno Veni, Creator, como signo de que el Espíritu del Señor hace nuevas todas las cosas; más aun, puede hacer de las criaturas, una "ofrenda" agradable para ser presentada al Señor, que es lo que quiere expresar el Rito de canonización en cualquiera de sus formas.

Monseñor Guido Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas de los Papas Benedicto XVI y Francisco, sostiene que al situar el mentado Rito precediendo inmediatamente a la Misa, se respeta más la unidad de esta, evitando introducir elementos que de por sí le son ajenos. Esto ha motivado también a situar también fuera de la Misa otros ritos tales como: el de la creación de cardenales, concesión de títulos y diaconías, consigna de insignias cardenalicias; el del Resurrexit (que consiste en la veneración por parte del Papa del icono aquerópito del Resucitado en la mañana de Pascua, antes de la Misa); y el de la proclamación del doctorado de santos, que expliqué en otra entrada.

Sigue vigente la costumbre de hacer pender de la fachada de la Basílica Vaticana, (o exponer en cualquier otro país en que el Papa pudiere presidir el sagrado Rito), el tapiz o los tapices ya descubiertos, con las imagen del beato o las de los beatos que van a ser canonizados. Digo "ya descubiertos" para resaltar la diferencia con los tapices de los venerables que van a ser beatificados, los cuales al comenzar la celebración, en Roma o en cualquier otra parte del mundo, se encuentran siempre cubiertos, pues solamente es lícito rendirles culto cuando el Papa (o su delegado) haya pronunciado la fórmula de beatificación, en la cual, incluso, se especifica la fecha que se les asigna para celebrar su festividad.

En cualquier alternativa, el Papa pronuncia la Fórmula de canonización sentado en su sede, con la mitra colocada y el báculo en su mano izquierda, lo que quiere destacar el hecho de que se trata de un acto magisterial que entraña la infalibilidad del Sumo Pontífice.

Se conserva la tradición de evitar que las canonizaciones tengan lugar en los tiempos de Adviento y Cuaresma (sobre todo en este último, por su carácter penitencial). Se prefieren los domingos de los otros tiempos del Año litúrgico, y las solemnidades, días que se condicen con el carácter festivo del rito. Se conserva la lengua latina en las partes centrales del Rito: petición, fórmula y agradecimiento. Por su parte, las beatificaciones tendrán lugar normalmente en un sábado. Aunque adviértase que todo esto no es normativo sino preferencial. (Por ejemplo, en la canonización de José Vaz, en Sri Lanka presidida el 14 de enero de 2015 por el Papa Francisco, que usó la primera alternativa, la petición del Cardenal prefecto fue en inglés. y el canto de las letanías de los santos, en singalés; lo demás del Rito de canonización sí se realizó en latín).


A continuación, quiero describir brevemente las dos formas vigentes del rito:


Primera alternativa

La primera forma, muy semejante a la usada antes de las mentadas modificaciones, ha sido estrenada por Su Santidad Francisco para la canonización de seis beatos, el 23 de noviembre de 2014, solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo.

Comienza con la procesión de entrada de la Misa al son de un cántico adecuado. El Papa, una vez en la sede, hace la Señal de la Cruz, saluda a la asamblea y permanece de pie. La schola y la asamblea entonan el himno Veni, Creator (que en la segunda alternativa precede a la tercera petitio). Luego de ese himno, sigue una petitio formal al Sucesor de Pedro, (hecha normalmente por el cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos), para que inscriba al beato (o a los beatos) en el catálogo de los santos. El cardenal es acompañado por el postulador o por los postuladores de las causas.
La petitio, que en esta alternativa es única, y que es la primera de las tres en la otra alternativa, dice así (si se trata de un solo beato, se hará en singular):

Beatissime Pater, postulat Sancta Mater Ecclesia per Sanctitatem Vestram, Catalogo Sanctorum adscribi, et tamquam Sanctos ab omnibus christifidelibus pronuntiari Beatos N et N.

El mismo cardenal o cada postulador lee una breve biografía de los beatos.

Sigue una monición del Papa en la que invita a cantar las letanías de los santos en su forma breve (es la monición introductoria a la oración que sigue a la prima petitio de la segunda alternativa, como puede apreciarse más abajo):

Fratres carissimi, Deo Patri omnipotenti, precem nostram per Iesum Christum levemus, ut, Beatae Mariae Virginis et omnium Sanctorum suorum intercessione, sua gratia sustineat in quod sollemniter acturi sumus. 

Las letanías concluyen con la invocación Omnes sancti et sanctae Dei, orate pro nobis, y una oración del Papa (la misma que pronuncia luego de la monición de la prima petitio en la segunda alternativa, como puede verse más abajo). Se omiten las tradicionales súplicas finales de las letanías.

Luego se pronuncia la Canonizationis formula, núcleo del rito, tal y como se transcribe abajo en la segunda alternativa.

Y el Rito prosigue igual que en la segunda alternativa (v. infra). 

El Kyrie se omite y la Misa continúa con el himno Gloria in excelsis.


Segunda alternativa

Recupera algunos elementos del más antiguo rito. Se estrenó el 21 de octubre de 2012, con la canonización de siete beatos, presidida por el hoy Papa Emérito Benedicto XVI. También la usó Francisco el 27 de abril de 2014 para la canonización de los Pontífices Juan XXIII y Juan Pablo II.

La celebración comienza así:

La schola canta las letanías de los santos, lo que acompaña la procesión de entrada.
(En la primera alternativa las letanías preceden inmediatamente a la pronunciación de la Fórmula de canonización).

Luego tienen lugar las Petitiones

Se trata de tres oraciones de súplica al Señor, introducidas por sendas moniciones que gradualmente van intensificando el énfasis del pedido.

Prima petitio: (con la única modificación del añadido del adverbio instanter, que marca el ritmo de la gradualidad de la triple petitio en esta opción, se trata de la misma petición que se realiza en la primera alternativa, que expliqué más arriba):

El Cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, u otro prelado, pide al Santo Padre que se digne inscribir en el catálogo de los santos al beato o a los beatos propuestos.

Beatissime Pater, instanter postulat Sancta Mater Ecclesia per Sanctitatem Vestram Catalogo Sanctorum adscribi, et tamquam Sanctos ab omnibus christifidelibus pronuntiari Beatos... (y se mencionan los beatos que están por ser canonizados).
  
En esta segunda alternativa del rito se omite la lectura de las biografías de los elegidos, (que en la primera se realiza en este momento), por el hecho de que el Pontífice se referirá a ellos en su homilía, trazando los rasgos más significativos de la vida de cada uno.
En cambio, el Papa pronuncia una monición rica en contenido, en la cual, invita a pedir a Dios que por intercesión de la Santísima Virgen y de todos los demás santos, sostenga con su gracia el acto canónico que va a llevarse a cabo: (es la monición introductoria a las letanías de los santos de la primera alternativa).

Fratres carissimi, Deo Patri omnipotenti preces nostras per Iesum Christum levemus, ut, Beatae Mariae Virginis et omnium Sanctorum suorum intercessione, sua gratia sustineat id quod sollemniter acturi sumus.

Sigue una breve pausa de oración en silencio.

El Papa reza una oración en que pide a Dios Padre que escuche las súplicas de su Pueblo, a fin de que el acto que está por realizar (canonización), sea agradable a Dios y produzca el acrecentamiento de la Iglesia (es la oración conclusiva de las letanías de los santos en la primera alternativa):

Preces populi tui, quaesumus, Domine, benignus admitte, ut quod famulatu nostro gerimus et tibi placeat et Ecclesiae tuae proficiat incrementis. Per Christum Dominum nostrum.

Secunda petitio:

El Cardenal prefecto se dirige al Santo Padre y pronuncia una fórmula en la que, acrecentando aún más la intensidad del pedido, vuelve a solicitar al Papa que quiera agregar a los beatos en cuestión al elenco de los santos:

Unanima precatione roborata, Beatissime Pater, Sancta Ecclesia instantius flagitat ut Sanctitas Vestra filios hos ipsius electos in Sanctorum Catalogo annumeret.

A lo que el Sumo Pontífice responde con una segunda monición en la que invita a orar al Espíritu Santo para que ilumine su mente, y al Señor Jesucristo, para que conceda a la Iglesia no errar en un asunto de tamaña importancia:

Spiritum vivificantem, igitur, invocemus ut mentes nostras illuminet atque Christus Dominus ne permittat errare Ecclesia suam in tanto negotio.

A continuación, la schola canta el himno Veni, Creator, (que en la primera alternativa sigue al saludo introductorio hecho por el Papa).

Tertia petitio:

El Cardenal prefecto se dirige por tercera vez al Vicario de Cristo con una fórmula que intensifica todavía más el tono del pedido. El texto de dicha fórmula expresa que la Santa Madre Iglesia, confiando en la promesa del Señor de que enviaría sobre ella el Espíritu de la Verdad, y que en todo tiempo conservaría exento de error su Magisterio, pide con más  fuerza al Vicario de Cristo, que se digne incluir a los beatos en la lista de los santos:

Beatissime Pater, Sancta Ecclesia, Domini promissa nixa Spiritum Veritatis in se mittendi qui omni tempore supremum Magisterium erroris expertem reddit, instantissime supplicat Sanctitatem Vestram ut hos ipsius electos in Sanctorum Catalogum referat.

A lo que sigue la Canonizationis formula, "corazón del rito", en la que el Romano Pontífice inscribe en el catálogo de los santos a los beatos elegidos. Lo hace, como dice la misma fórmula, "en honor de la Santa e indivisa Trinidad, para exaltación de la fe católica y edificación de la vida cristiana", con la "Autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, y con la Suya propia, y habiendo escuchado el parecer de los diferentes miembros de la Iglesia":

Ad honorem Sanctae et Individuae Trinitatis, ad exaltationem fidei catholicae et vitae christianae incrementum, auctoritate Domini nostri Iesu Christi, beatorum apostolorum Petri et Pauli ac Nostrae, matura deliberatione praehabita et divina ope saepius implorata, ac de plurimorum Fratrum Nostrorum consilio, (aquí se mencionan los beatos), sanctos esse decernimus et definimus, ac Sanctorum Catalogo adscribimus, statuentes eos in universa Ecclesia, inter Sanctos pia devotione recoli debere, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. 

La schola y la asamblea "rubrican" el Rito cantando solemnemente el "Amén". Inmediatamente se organiza la procesión con las reliquias de los nuevos santos, la cual pasa ante el Sucesor de Pedro para que éste las venere antes que nadie. Luego son depositadas en un lugar adecuado, cerca del Altar, con cirios y flores. Ante ellas el diácono realiza una reverente inclinación, y las inciensa con dos golpes dobles o ductus, de acuerdo con las normas litúrgicas.
Mientras tanto se canta el Te Deum, himno de acción de gracias u otro canto laudatorio, como el Iubilate Deo o bien, si lo hubiere, el himno en honor del nuevo santo o de los nuevos santos.

Desde la Fórmula de canonización hasta el Kyrie exclusive -que por cierto, es optativo-, las dos alternativas del Rito son idénticas.

Terminado el himno laudatorio, el cardenal prefecto, con otra fórmula latina, agradece al Papa que haya canonizado a los beatos, pidiéndole que se digne labrar las correspondientes Actas Apostólicas:

Beatissime Pater, nomine Sanctae Ecclesiae enixas gratias ago de pronuntiatione a Sanctitate Vestra facta ac humiliter peto ut eadem Sanctitas Vestra super peracta Canonizatione Litteras Apostolicas dignetur decernere.

El Santo Padre da su asentimiento al pedido y responde:

Decernimus.

El Cardenal se acerca al Papa y lo saluda con gratitud, con lo que concluye el Rito y comienza la Santa Misa con el canto de la antífona de entrada, el Kyrie y el Gloria. En la Plegaria Eucarística es oportuno mencionar los nuevos santos. Conviene emplear la III, que es la que permite hacerlo.

En cualquier alternativa, para las lecturas y preces de la Misa se eligen las lenguas de la mayoría de los presentes.
Los postuladores e invitados especiales saludarán al Papa luego de que haya concluido la Misa.


21 de octubre de 2012, domingo XXIX "durante el año". 
Canonización de Santiago Berthieu, Ana Schäffer, Catalina Tekakwitha, Juan Bautista Piamarta, María Carmen Sallés y Barengueras, Mariana Cope y Pedro Calungsod.
Jornada Misionera Mundial. 
Entrada dedicada a Cristo, Deseado de las gentes.
(Última actualización de la entrada:12/10/19).

viernes, 19 de octubre de 2012

Culto a San Juan Pablo II





 ¡BENDITO SEAS, JUAN PABLO MAGNO, ATLETA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, ANTORCHA RADIANTE DE LA MADRE IGLESIA!
¡BENDITO SEAS, FIEL HERALDO DEL VERBO, QUE TE CONSTITUYÓ COMO SU VICARIO!
¡BENDITO SEAS, HIJO FIDELÍSIMO DE LA GRAN MADRE DE DIOS! TÚ SABOREASTE LA MIEL DE SU MATERNO AMOR.
FIEL PASTOR DEL REBAÑO DE CRISTO, TU VIDA FUE OFRENDA AGRADABLE A DIOS. 
GUÍANOS POR LAS SENDAS DE LA ETERNIDAD.



Con motivo de la memoria litúrgica de este glorioso Pontífice, beatificado el 1° de mayo de 2011, y canonizado el 27 de abril de 2014, he aquí los textos litúrgicos oficiales que ha establecido la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos:




CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
 

SAN JUAN PABLO II, PAPA

Textos litúrgicos propios:

Carlos José Wojtyla nació en Wadowic, Polonia, el año 1920. Ordenado presbítero y realizados sus estudios de teología en Roma, regresó a su patria donde desempeñó diversas tareas pastorales y universitarias. Nombrado Obispo auxiliar de Cracovia, pasó a ser Arzobispo de esa sede en 1964; participó en el Concilio Vaticano II. Elegido Papa el 16 de octubre de 1978, tomó el nombre de Juan Pablo II, se distinguió por su extraordinaria actividad apostólica, especialmente hacia las familias, los jóvenes y los enfermos, y realizó innumerables visitas pastorales en todo el mundo. Los frutos más significativos que ha dejado en herencia a la Iglesia son, entre otros, su riquísimo magisterio, la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica y los Códigos de Derecho Canónico para la Iglesia Latina y para las Iglesias Orientales. Murió piadosamente en Roma, el 2 de abril del 2005, vigilia del Domingo II de Pascua, o de la Divina Misericordia.

Del Común de pastores: para un papa.

Oficio de lectura

Segunda lectura

De la Homilía de san Juan Pablo II, papa, en el inicio de su Pontificado

(22 de octubre 1978: AAS 70 [1978] 945-947)

¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo!

¡Pedro vino a Roma! ¿Qué fue lo que le guió y condujo a esta Urbe, corazón del Imperio Romano, sino la obediencia a la inspiración recibida del Señor? Es posible que este pescador de Galilea no hubiera querido venir hasta aquí; que hubiera preferido quedarse allá, a orillas del Lago de Genesaret, con su barca, con sus redes. Pero guiado por el Señor, obediente a su inspiración, llegó hasta aquí.

Según una antigua tradición  durante la persecución de Nerón, Pedro quería abandonar Roma. Pero el Señor intervino, le salió al encuentro. Pedro se dirigió a El preguntándole: «Quo vadis, Domine?: ¿Dónde vas, Señor?». Y el Señor le respondió enseguida: «Voy a Roma para ser crucificado por segunda vez». Pedro volvió a Roma y permaneció aquí hasta su crucifixión.

Nuestro tiempo nos invita, nos impulsa y nos obliga a mirar al Señor y a sumergirnos en una meditación humilde y devota sobre el misterio de la suprema potestad del mismo Cristo.

El que nació de María Virgen, el Hijo del carpintero – como se le consideraba –, el Hijo del Dios vivo, como confesó Pedro, vino para hacer de todos nosotros «un reino de sacerdotes».

El Concilio Vaticano II nos ha recordado el misterio de esta potestad y el hecho de que la misión de Cristo –Sacerdote, Profeta-Maestro, Rey– continúa en la Iglesia. Todos, todo el Pueblo de Dios participa de esta triple misión. Y quizás en el pasado se colocaba sobre la cabeza del Papa la tiara, esa triple corona, para expresar, por medio de tal símbolo, el designio del Señor sobre su Iglesia, es decir, que todo el orden jerárquico de la Iglesia de Cristo, toda su "sagrada potestad" ejercitada en ella no es otra cosa que el servicio, servicio que tiene un objetivo único: que todo el Pueblo de Dios participe en esta triple misión de Cristo y permanezca siempre bajo la potestad del Señor, la cual tiene su origen no en los poderes de este mundo, sino en el Padre celestial y en el misterio de la cruz y de la resurrección.

La potestad absoluta y también dulce y suave del Señor responde a lo más profundo del hombre, a sus más elevadas aspiraciones de la inteligencia, de la voluntad y del corazón. Esta potestad no habla con un lenguaje de fuerza, sino que se expresa en la caridad y en la verdad.

El nuevo Sucesor de Pedro en la Sede de Roma eleva hoy una oración fervorosa, humilde y confiada: ¡Oh Cristo! ¡Haz que yo me convierta en servidor, y lo sea, de tu única potestad! ¡Servidor de tu dulce potestad! ¡Servidor de tu potestad que no conoce ocaso! ¡Haz que yo sea un siervo! Más aún, siervo de tus siervos.

¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad!

¡Ayudad al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera!

¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura. de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce!

Con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, en lo profundo de su ánimo, de su corazón. Muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo. Se siente invadido por la duda que se transforma en desesperación. Permitid, pues, – os lo ruego, os lo imploro con humildad y con confianza – permitid que Cristo hable al hombre. ¡Sólo El tiene palabras de vida, sí, de vida eterna!

Responsorio

R/.  No tengáis miedo: el Redentor del hombre ha revelado el poder de la cruz y ha dado la vida por nosotros. * Abrid de par en par las puertas a Cristo.

V/.  Somos llamados en la Iglesia a participar de su potestad. * Abrid.


Oración (se usa también como Colecta propia, al celebrarse la Misa del Común de Santos Pastores, "Por un santo Papa").

"Oh, Dios, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa, guiara toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único Redentor del hombre. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".


19 de octubre de 2012, inicio del triduo a la celebración anual de la memoria litúrgica de San Juan Pablo II, Papa, a quien está dedicado este blog. (Su festividad se celebra el 22 de octubre).
(Última actualización de la página: 20/10/16).




jueves, 18 de octubre de 2012

Himnos JMJ V: Denver, 1993




La  Jornada Mundial de la Juventud de 1993 fue en Denver, (USA). El himno se elaboró en base a la doctrina paulina de la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo, del que nosotros somos sus miembros, y la Presencia sacramental del Señor entre nosotros en la Santísima Eucaristía, Alimento de Vida eterna.

El estribillo presenta específicamente este misterio, añadiendo que nuestro Salvador vino para que tuviéramos vida.

La primera estrofa expresa que precisamente porque somos el único Cuerpo de Cristo, somos uno en Él y no estamos solos.

La segunda estrofa cede la palabra a la misma Palabra Viviente que es Cristo, Quien nos dice que cuando nos alimentamos de su Cuerpo y bebemos su Sangre, Él vive en cada uno de nosotros y nosotros permanecemos en su amor.

La tercera estrofa se refiere a la adoración que merece Jesús como Dios verdadero. En efecto, después de que en la primera estrofa se tratara el misterio del Cuerpo Místico del Señor, y en la segunda, el de su Cuerpo sacramental, en ésta se alude al culto de latría que debemos a la Santísima Eucaristía, ante la Cual "nos arrodillamos", proclamando que "Jesús es el Señor" que vino y que "volverá otra vez".

La cuarta estrofa vuelve a ceder la palabra a Jesús, que se presenta como el Camino, la Verdad y la Vida, a la vez que como el "Sacrificio final", en una clara alusión, en consonancia con las estrofas precedentes, a la actualización de los Sagrados Misterios que tendrán lugar hasta el final de los tiempos, cada vez que celebremos la Santa Misa. Esta misma estrofa concluye volviendo a la tercera persona gramatical, y afirma que quien cree en Él tendrá la vida eterna.

One body

We are one body
The body of Christ
And we do not stand alone.

We are one body
The body of Christ
And He came that we might have life.

When you eat My Body
And you drink My Blood
I will live in you
And you will live in my love.

We are one body...

At the name of Jesus
Every knee shall bend
Jesus is the Lord
And he will come again.

We are one body...

I am the way, the truth, the life
I am the final sacrifice
I am the way, the truth, the life
He who believes in him will have eternal life.

We are one body...








18 de octubre de 2012, fiesta de San Lucas, evangelista.

jueves, 11 de octubre de 2012

Himno por el Año de la Fe

                                                           


En esta entrada quiero publicar el Himno oficial del Año de la Fe, que comienza hoy.
El título, traducido del latín, es "Creo, Señor". Alude a la Prefesión bimilenaria de la Fe apostólica, que la Iglesia custodia celosamente desde sus orígenes.
El estribillo añade la súplica bíblica: "Aumenta nuestra fe" (Cf. Mc. 9, 24).
Todo esto en consonancia con el deseo del Papa, de que en este Año de gracia, la oración propia sea justamente el Credo de Nicea.

Comentemos los tópicos centrales del Himno en cuestión. Ofrecemos el texto original en italiano, la versión musical en español, y la versión musical en italiano y francés. En la web también están disponibles una versión catalana y una árabe.






La primera estrofa se refiere al Señor que sale a nuestro encuentro "en el Adviento de la historia", es decir, mientras marchamos "a tientas en la noche", pero en compañía de los santos, y "esperamos" los tiempos nuevos. Por eso, al confesar nuestra fe, Le pedimos que nos la aumente.

La segunda estrofa describe nuestra condición de débiles y desorientados, carentes del pan cotidiano. Se resalta que estamos necesitados de la luz del Señor, de su Presencia entre nosotros como "la Estrella de la mañana", misterio que resplandeció de modo especial en la primera Navidad de la historia. Como entonces, también está presente María, "la primera de los creyentes", que junto a nosotros y por nosotros pide a su Hijo que acreciente nuestra fe.

La tercera estrofa afirma que esa marcha es fatigosa y sufriente, pues nuestras heridas están abiertas. Pero que el Señor quiere que lo busquemos en el desierto, siendo para nosotros la mano que sana.
Asegura que también "con los pobres que esperan a la puerta" Le pedimos que acreciente nuestra fe.

La cuarta estrofa habla de que caminamos "bajo el peso de la Cruz", tras las huellas de Jesús. Pero que como Él resucitó en  la mañana de Pascua, queremos que sea para nosotros "el Viviente que no muere". Para ello, esta vez "con los humildes que quieren renacer", Le pedimos que aumente nuestra fe.

La quinta estrofa sostiene que avanzamos "atentos a la llamada de un nuevo Pentecostés" y que por ello, el Señor sopla el aliento de aquel mismo Espíritu de entonces, por lo que Le pedimos que sea para nosotros la "Palabra del futuro". Para ello, "con la Iglesia que anuncia su Evangelio, Le suplicamos que aumente nuestra fe.

La sexta estrofa alude a que nuestro caminar tiene lugar en compañía de los hombres, nuestros hermanos, siendo guiados por el Señor en "las sendas de la historia". Y a Él Le rogamos que sea también para nosotros "la Esperanza de la meta". Y con el mundo, en el cual el Reino de Dios ya está presente, Le imploramos además, que aumente nuestra fe.

CREDO, DOMINE

Camminiamo, carichi di attese,
a tentoni nella notte.
Tu ci incontri nell’Avvento della storia, sei per noi il Figlio dell’Altissimo. Credo, Domine !
Con i santi, che camminano fra noi, Signore, noi ti chiediamo:
adauge nobis fidem !

Credo, Domine, adauge nobis fidem !

Camminiamo, deboli e sperduti, senza il pane quotidiano.
Tu ci nutri con la luce del Natale, sei per noi la stella del mattino. Credo, Domine !
Con Maria, la prima dei credenti, Signore, noi ti preghiamo:    adauge nobis fidem !

Credo, Domine, adauge nobis fidem !

Camminiamo, stanchi e sofferenti, le ferite ancora aperte.
Tu guarisci chi ti cerca nei deserti, sei per noi la mano che risana. Credo, Domine !
Con i poveri, che attendono alla porta, Signore, noi t’invochiamo:
adauge nobis fidem !

Credo. Domine, adauge nobis fidem !

Camminiamo, sotto il peso della croce, sulle orme dei tuoi passi.
Tu risorgi nel mattino della Pasqua, sei per noi il Vivente che non muore. Credo, Domine !
Con gli umili, che vogliono rinascere, Signore, ti supplichiamo:
adauge nobis fidem !

Credo, Domine, adauge nobis fidem !

Camminiamo, attenti alla chiamata di ogni nuova Pentecoste.
Tu ricrei la presenza di quel soffio, sei per noi la Parola del futuro. Credo, Domine !
Con la Chiesa, che annuncia il tuo Vangelo, Signore, ti domandiamo:
adauge nobis fidem !

Credo, Domine, adauge nobis fidem !

Camminiamo, ogni giorno che ci doni, con gli uomini fratelli.
Tu ci guidi per le strade della terra,
sei per noi la speranza della meta. Credo, Domine !
Con il mondo, dove il Regno è in mezzo a noi, Signore, noi ti gridiamo:
adauge nobis fidem !

Credo, Domine, adauge nobis fidem ! 



Hoy, 11 de octubre, día de la Solemne Apertura del Año de la Fe, convocado por el Santísimo Padre Benedicto XVI, con motivo del quincuagésimo aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, y del vigésimo aniversario de la publicación del Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica.

sábado, 6 de octubre de 2012

Rito de proclamación de Doctores de la Iglesia

 


Son considerados "Doctores de la Iglesia" aquellos hijos de Dios, cristianos católicos, que se han caracterizado, ante todo, por la santidad de vida; también por su eminente doctrina y por haber aportado algo concreto y original respecto del modo de entender, proclamar y vivir la fe católica.


El elenco de los santos Doctores es muy reducido. Apenas treinta y siete, si añadimos a Juan de Ávila y a Hildegarda de Bingen, proclamados por Su Santidad Benedicto XVI, y a Gregorio de Narek y san Ireneo de Lyon, proclamados por el Papa Francisco. Para profundizar sobre el tema, puede consultarse aquí.


Comparto con ustedes el breve Rito oficial de la "Proclamación de Doctores de la Iglesia":

 Tiene lugar fuera de la Misa; frecuentemente la precede en instantes.

Consta de las siguientes partes:

+Introducción

 -Entrada solemne del Santo Padre, de los concelebrantes (pertenecientes a las Conferencias Episcopales de las naciones de las cuales son oriundos los santos que serán declarados Doctores), y de los ministros. Mientras tanto, se entona canto adecuado. Es oportuno que se canten las Laudes Regiae, tradicional súplica litánica en la que se pide la intercesión de los santos en momentos cruciales de la vida de la Iglesia y del mundo. En esta súplica litánica se invoca a todos o a varios santos Doctores.

El cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, junto con los postuladores, se acerca al Santo Padre, e introduce el Rito con unas breves palabras. Luego se lee una breve biografía de los santos que están por ser declarados "Doctores". El cardenal prefecto recuerda la decisión del Papa de conferir este "doctorado" a los bienaventurados en cuestión, puntualizando las razones que coadyuvaron a tomar esta determinación.
 
 +Proclamatio "Doctoris Ecclesiae"

Inmediatamente después de las palabras del cardenal prefecto, tiene lugar la fórmula de proclamación, pronunciada por el Sumo Pontífice:

Nos, vota plurimorum Fratrum in Episcopatu multorumque christifidelium totius orbis explentes, de Congregationis de Causis Sanctorum consulto, certa scientia ac matura deliberatione, deque apostolicae potestatis plenitudine, Sanctum N, (et Sanctum/a N) Ecclesiae Universalis doctor/es declaramus.
 In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. 
R. Amen.

"Nosotros, acogiendo el pedido de muchos hermanos en el Episcopado, y de numerosos fieles de todas partes, habiendo escuchado el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, después de reflexionar largamente y de haber llegado a un parecer cierto y seguro, con la plenitud de la Autoridad Apostólica, declaramos "Doctor/ es" de la Iglesia Universal", a N (y N).
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo."

El coro y la asamblea rubrican esta fórmula con el canto solemne del "Amén".

+Agradecimiento a Su Santidad

Acto seguido el cardenal prefecto, en nombre de la Santa Madre Iglesia, agradece al Papa el que haya proclamado doctores a los santos elegidos. Lo hace con la siguiente fórmula:

Beatissime Pater, nomine Sanctae Ecclesiae gratias ex animo Sanctitati Tuae ago quod titulum "Doctoris Ecclesiae universalis" hodie N (y N), conferre dignatus es".

"Beatísimo Padre, en nombre de la Santa Iglesia, agradezco a Su Santidad que hoy se haya dignado conferir el título de Doctor de la Iglesia Universal a San N (y a San N)."

Luego, el mismo cardenal se acerca al Papa para ofrecerle un saludo de agradecimiento y veneración. Hacen lo propio los postuladores.

Inmediatamente después, casi siempre tiene lugar la celebración de la Misa solemne que corresponda a la liturgia del día, de acuerdo con las rúbricas. De ser una feria semanal, puede usarse la Misa del Común de Doctores, o  la Misa votiva de santos.

Es oportuno que en la Oración universal se mencione a los neo-doctores, y se pida particularmente su intercesión. También es conveniente mencionarlos en la Plegaria Eucarística.

La Misa se concluye con la Bendición solemne impartida por el Santo Padre.


6 de octubre de 2012, memoria litúrgica de San Bruno, presbítero.
Primeras vísperas del Domingo XXVII "durante el año", en el que comienza la XIII Asamblea General Ordinaria para el Sínodo de los Obispos, con el tema: "La nueva evangelización y la transmisión de la fe cristiana"; y en el que los santos Hildegarda de Bingen, religiosa benedictina, y Juan de Ávila, presbítero diocesano, son proclamados "Doctores de la Iglesia Universal".
(Última actualización de la entrada: 22/01/22).


jueves, 4 de octubre de 2012

Himnos JMJ IV: Czestochowa, 1991.




La primera Jornada Mundial de la Juventud luego de la caída del muro de Berlín, se celebró, entre el 10 y el 15 de agosto de 1991, en la ciudad mariana de Czestochowa, en Polonia, y el lema fue: "Habéis recibido un espíritu de hijos" (Rom. 8, 15).

El himno original fue en polaco, con estrofas en italiano (es la versión que transcribo). También en inglés y español, como puede apreciarse en el vídeo.

El texto se refiere a la amorosa Paternidad de Dios. Parte del hecho de que Cristo, con su Sangre, nos hizo hermanos suyos y nos rescató para su Padre, por lo que podemos llamarlo de verdad "Papito" (estribillo).

Se pide al Señor que nos libre de las ataduras del orgullo y que nos dé su Espíritu para poder invocar a Dios con la confianza de hijos.

Añade que Él ha vencido la muerte, y nos ha dado la vida, para que podamos sentirnos de veras hijos suyos.


Abba Ojcze

Ty wyzwoli»eš nas Panie
z kajdan i z samych siebe
a Chrystus stajc si" bratem
nauczy» nas wo»aƒ do Ciebe.

    Abba, Ojcze...

Liberaci, o Signore
dalle catene dell'orgoglio
e donaci il Tuo Spirito
che ci fa gridare ancora:

    Abba, Ojcze...

Dio ha vinto la morte
e ci ha donato la vita
facendoci come suoi figli
per questo possiamo cantare:

    Abba, Ojcze ...





4 de octubre de 2012, memoria litúrgica de San Francisco de Asís, diácono.
(Ültima actualización de la entrada: 20/08/21).