Ejercicios piadosos en Semana Santa

 

Vía Crucis

El Vía Crucis es el principal ejercicio de devoción de la Semana Santa (1). Se acostumbra a rezar en Cuaresma, especialmente los viernes, aunque nada obsta que pueda llevarse a cabo en otros días del año que no sean domingos, y preferentemente fuera de los tiempos de Adviento, Navidad y Pascua. 

Está permitido que se sustituya por otra alguna de las catorce estaciones tradicionales. Es aconsejable que luego de la última estación se haga la "memoria de la Resurrección del Señor" (2), con palabras y/o imágenes. 

El Vía Crucis para niños suele ser una sencilla adaptación de los textos de las catorce estaciones, que tiene como objetivo guiar devotamente a los más pequeños en la meditación de la Pasión de Cristo.

El Vía Crucis más solemne y de alcance mundial, es el que acostumbra a presidir el Sumo Pontífice, en la noche del Viernes santo en el Coliseo Romano. Es transmitido por numerosos medios de comunicación y seguido por millones de personas en todo el Planeta.

La representación viviente del Vía Crucis es una práctica piadosa que se ha difundido en no pocos lugares. Más que una mera teatralización, es un importante sacramental que se puede realizar cualquier día del año fuera de los arriba mencionados (piénsese, por ejemplo, en los ya célebres Vía Crucis de las Jornadas Mundiales de la Juventud), y muy especialmente, en los que tienen lugar en los días de Semana Santa.

Via Matris

El Via Matris (3) o meditación de los dolores de la Santísima Virgen, durante la Cuaresma armoniza elocuentemente con el Via Crucis, y como complemento suyo, puede enriquecerlo con un "trasfondo mariano". En su forma tradicional consta de siete estaciones que invitan a la contemplación de los siete dolores de María. En algunos lugares se realiza el viernes que precede al comienzo de la Semana Santa, en que se celebra la Misa de "Santa María junto a la Cruz", y se canta la célebre secuencia Stabat Mater, propia de la memoria litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores (15/09). 

El Planctus Mariae,  la "Hora de la Dolorosa" (o  "El Pésame"), todos de alto valor literario y musical, son otros ejercicios análogos de meditación de los Dolores y de la Soledad de Nuestra Señora.

Tan indisolublemente unida a Cristo estuvo su Madre que en la gran Semana del Año la Iglesia quiere hacer memoria de ella. De hecho, en la liturgia de la Celebración de la Pasión del Señor, el Viernes Santo, la Congregación para el Culto Divino ha concedido a muchos países hacer memoria de los Dolores de la Santísima Virgen", inmediatamente después del rito de la Adoración de la Cruz, en un breve pero sentido tramo litúrgico.

Santo Rosario

Por otra parte, durante todos los días de la Semana Mayor del año, es oportuno rezar los mysteria doloris (misterios dolorosos) del santo Rosario, a excepción del Jueves, en que conviene meditar con los mysteria lucis (misterios luminosos), por celebrarse el último de ellos, que puede mencionarse así: "La Institución de la Santísima Eucaristía y del Orden sacerdotal, y el Mandamiento de la caridad fraterna".
Luego de la Vigilia Pascual y hasta el Domingo de la Divina Misericordia inclusive, es oportuno rezar los mysteria gloriæ (misterios gloriosos), por tratarse de la Semana de la Octava de Pascua, que para la liturgia  constituye como un único día de fiesta (4).

Ángelus

El Ángelus, que hace memoria de la Encarnación, pórtico del Misterio Pascual que celebramos en estos días, se reza hasta antes de la Vigilia Pascual, a partir de la cual es suplido por la antífona Regina Caeli hasta la solemnidad de Pentecostés inclusive.

Las Siete Visitas al Santísimo

La tradición de peregrinar, luego de la Misa In Cena Domini, a siete templos para adorar al Señor Sacramentado, repuesto en una urna, es un modo de acompañarlo en esta noche de abandono y soledad. No se trata de una "participación en los ritos funerarios de Jesús" (5), como erróneamente se cree en algunos lugares, pues nuestra fe nos dice que Cristo, "inmolado, ya no muere más; muerto, vive para siempre" (6).

Procesión con el Cristo yacente (7)

En muchos lugares, el Viernes Santo, se realiza la procesión con el Cristo yacente y la Virgen de los Dolores. Suelen ser llevados en andas también otros santos relacionados con el acontecimiento histórico de la Pasión del Señor: Juan Evangelista, María Magdalena, Verónica, José de Arimatea. A veces se exponen también escenas enteras de algún episodio de la Pasión.

Otros ejercicios

En los días culminantes de la Semana Santa, se realizan otros ejercicios como el de la "Meditación de las Siete palabras" del Viernes santo (que en realidad fueron las últimas "frases" pronunciadas por el Señor antes de morir), o la "Hora de la Madre" (8) del Sábado Santo, en que los fieles oran y esperan con María ante el misterio de la Sepultura del Señor, en la luz esperanzadora de la inminente Resurrección.

No podemos olvidar aquí que el Viernes Santo comienza la novena a la Divina Misericordia, devoción felizmente cada vez más difundida en el mundo y que, es expresión elocuente del misterio de la Redención consumada en estos días por Cristo, a Quien sean el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

1. Cf. Directorio sobre piedad popular y liturgia, de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 131.

2. Ibíd. n. 134.

3. Ibíd. nn. 136, 137, 145.

4. Ibíd. n. 100.

5. Ibíd. n. 141.

6. Prefacio de Pascua III. Cf. Rm. 6, 9.

7. Ibíd. n. 142.

8. Cf. Ibíd. n. 147.

22 de marzo de 2016, Martes santo.
Entrada dedicada a Cristo sufriente, muerto y resucitado por nuestra salvación.

(Última actualización de la entrada: 04/04/22).