Curiosidades litúrgicas IV: horarios de la liturgia dominical en sábado

Pregunta:

¿A partir de qué hora del sábado una Misa puede considerarse "dominical"?

Respuesta:

Cualquier oficio litúrgico posterior a la Hora litúrgica de Nona (las 15), un sábado, es ya dominical, sea de la Misa, sea de la Liturgia de las Horas (I Vísperas).

 

 

Profundización del tema:

San Juan Pablo II dice que es posible celebrar la Misa dominical -en sábado- cuando ya puedan rezarse las I Vísperas. (Cf. Carta Apostólica Dies Domini, 49).

Por su parte, la Institutio Generalis Liturgia Horarum -IGLH- (Prænotanda) "sitúa" las Vísperas en el momento en que empieza a declinar el día, es decir, el atardecer. (Cf. n.  39). 

El Código de Derecho Canónico, al referirse al tiempo válido para el cumplimiento del precepto (de un domingo o solemnidad), habla del día propio o de la tarde del anterior, sin especificar horarios. (Cf. c. 1248, £ 1).

Para fijar cuándo comienzan las Vísperas (o I Vísperas del día siguiente, en caso de domingos, fiestas del Señor que ocurren en domingo y solemnidades), no se considera una hora exacta del día pero se entiende que es después de Nona, pues es la última hora canónica que precede a las Vísperas.

En dar pautas sobre esto, tienen algún grado mayor de especificidad los calendarios litúrgico-pastorales de la Conferencia Episcopal Española que otros. En efecto, cuando se refieren a la liturgia de cierto día que deberá ceder el lugar a las I Vísperas de la del siguiente, dicen, sobre la que cede: "Hasta Nona", y sobre la que tendrá prioridad vespertina: "Después de Nona".

Como puede advertirse, ante la ausencia de horarios de nuestro día "civil", las referencias a "horas canónicas o litúrgicas" ofrecen importantes orientaciones.

Hay obispos que han estipulado para sus diócesis las 16 como inicio de la jornada dominical, pero es evidente que esto depende de la zona del mundo en que vivamos y del criterio de cada autoridad eclesiástica.

29 de abril de 2023: hasta Nona, memoria litúrgica de santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia; después de Nona, primeras Vísperas del Domingo del Buen Pastor (IV de Pascua).

Entrada dedicada a Jesús, Buen Pastor, y a la gloriosa santa sienesa.