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domingo, 17 de marzo de 2013

Guion: Domingo de Ramos o de la Pasión del Señor

 

 

 


Formulario de Misa: aquí.


Es recomendable leer la Carta circular "Liturgia y Fiestas pascuales", de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que recopila la normativa de la Iglesia para la celebración de estos días santos. 

 

 
Dominica in palmis de Passione Domini

Ciclos A, B y C

Introducción

A. Conmemoración de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Commemoratio ingressus Domini in Ierusalem)


La siguiente “introducción” puede leerse antes de cualquiera de las tres “formas” de Conmemoración de la Entrada de Jesús en Jerusalén, propuestas por el Misal, a saber: procesión, entrada solemne, entrada simple:


Hoy, Domingo de Ramos, damos comienzo a la Semana más santa del año, durante la cual reviviremos de un modo especial los grandes Misterios de nuestra redención (que la liturgia celebra en cada Eucaristía). 

La solemne liturgia de este día constituye el “pórtico” de la Semana Santa.
 
En la "primera parte" de la celebración, proclamaremos la Realeza de Cristo, Palabra soberana de Dios que entra triunfalmente en la ciudad santa de Jerusalén para aceptar, por amor a nosotros, la muerte más ignominiosa.

La “segunda parte”, más sobria y austera, es la Santa Misa, en la que haremos memoria, más que en ningún otro domingo, de la Pasión salvadora del Señor.

Con el corazón rejuvenecido por la práctica cuaresmal, hagamos nuestros los sentimientos que profirieron un día como hoy los más humildes del pueblo elegido, y glorifiquemos a Cristo con las palabras de la Iglesia, portavoz de los cristianos de todos los tiempos:
 

(“El pueblo que fue cautivo
y que tu mano libera
no encuentra mayor palmera
ni abunda en mejor olivo.
Viene con aire festivo
para enramar tu victoria,
y no Te ha visto en su historia,
Dios de Israel, más cercano,
ni tu poder más a mano
ni más humilde tu gloria.)

¡Gloria, alabanza y honor!
Gritad: `¡Hosanna!´, y haceos
como los niños hebreos
al paso del Redentor.
¡Gloria y honor
       al que viene en el nombre del Señor!” (1).


Bendición de ramos

Con la monición del sacerdote y el rito de bendición de los ramos, iniciamos esta “primera parte” de la liturgia de hoy.
 
La Iglesia nos enseña que los ramos y palmas, que hoy portamos con fervor, representan nuestra confesión de la realeza y de la misericordia de Jesucristo, a Quien queremos aclamar con humildad de corazón.
 
(Levantemos nuestros ramos y palmas para la bendición).

El sacerdote puede escoger cualquiera de las dos oraciones de bendición. Después asperja los ramos con agua bendita, sin decir nada.


Proclamación del Evangelio: Mt. 21, 1-11; Mc. 11, 1-10 o Jn. 12, 12-16; Lc. 19, 28-40. 

Esta monición puede utilizarse para la proclamación del Evangelio de cualquiera de los tres ciclos. En el ciclo B, se puede optar entre el relato de Marcos y el de Juan.

El Mesías de las promesas, Hijo de Dios y Dios Él mismo, al entrar en Jerusalén, comienza a transitar por propia voluntad y con entrañable amor, los pasos que lo llevan a la Cruz redentora, verdadero Árbol de vida, (plantado por el Padre en el mundo, para bien de la humanidad).


Procesión (si se sigue la “primera forma” propuesta por el Misal).
 
Durante la procesión, es oportuno cantar (o en su defecto, recitar, alternando con otros cánticos) las antífonas sugeridas por el Misal (2), y el venerable himno Gloria laus.


B. Santa Misa

Liturgia de la Palabra: Ciclo A, Ciclo B, Ciclo C 

Solamente varía, de ciclo en ciclo, el Evangelio de la Entrada del Señor en Jerusalén, que se proclama al inicio de la primera y segunda formas de celebración.


Monición general

Este es el único Domingo del año en el que todos los textos litúrgicos de la Misa hacen memoria de la Pasión redentora del Señor. Esto lo percibimos de manera eminente en las lecturas bíblicas que vamos a escuchar.

Contemplemos a Jesús, Rey y corona de los mártires, que se hace Él mismo "pecado", para padecer en su Cuerpo y en su Alma, el castigo que todos merecemos por nuestros crímenes.
 
O bien:

Primera lectura: Is. 50, 4-7

En la siguiente página de Isaías, los “ojos de la fe” pueden reconocer, más allá de la humanidad cruelmente maltratada del Varón de Dolores, su imponente Divinidad, y el culmen de un Amor que jamás será igualado.

Salmo 22 (21), 8-9. 17-20. 23-24

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (4).
 
Es el clamor doloroso de la humanidad en peligro, que no tarda en experimentar la intervención compasiva del Señor.

Segunda lectura: Flp. 2, 6-11

Nadie se rebajó más que Jesucristo pues nadie hay más grande que Él. (Verdaderamente, su Nombre está sobre todo nombre) (5).

Pasión: Mt. 26, 3-5. 14-27, 66; Mc. 14, 1_15, 47; Lc. 22, 7. 14_23, 56 

Esta monición puede utilizarse para la proclamación de la Pasión de cualquiera de los tres ciclos.

El Amor infinito de Dios lo impulsa a entregarse por nosotros como humilde Cordero. Su Sangre derramada es un Río de Vida que purifica a la humanidad.

Se dice el Credo.
 


 
 
Oración de los fieles

R.(6) Cristo, oye nuestros ruegos y sálvanos

-A Ti, despojado de las vestiduras, en cuya túnica “sin costura” (7), los Santos vieron prefigurada la unidad de la Iglesia, por ella te suplicamos…

-A Ti, que suscitaste el arrepentimiento y fortaleciste la fe de quien te había negado tres veces (8), constituyéndolo Jefe de la familia de los redimidos, te suplicamos por el Sucesor de Pedro, diciéndote…

-A Ti, triturado por nuestros crímenes, te rogamos también por quienes están lejos de tus enseñanzas, y te decimos…

-A Ti, que tomaste la “condición de servidor” (9), por amor a nosotros, te pedimos fuerzas para perseverar hasta el fin, y te decimos…

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Santa Misa de la Conmemoración de la Agonía del Señor, en la Basílica del mismo nombre, Getsemaní, Tierra Santa:

En el Huerto de Getsemaní, Jesús sufrió soledad y tristeza. Allí acogió y abrazó en libertad y abandono, la Voluntad del Padre.
Pidamos a Dios la gracia de imitarlo para saber afrontar las pruebas de nuestra vida con auténtico testimonio cristiano:

R. Padre Bueno, que se cumpla en nosotros tu Voluntad.

-Cuando por miedo no sepamos abrazar la causa de quienes son despreciados y rechazados por los hombres, recuérdanos, Padre, el infinito amor que te llevó a mandar a tu Hijo único a salvarnos. R.

-Cuando juzgamos con superficialidad, cuando usamos tu Nombre para justificarnos, cuando ni el dolor de los inocentes nos conmueve y compromete, haz, Dios, que el Misterio de la Pasión y Muerte de tu Hijo suscite en nosotros coherencia de fe y responsabilidad. R.

-Cuando seamos pusilánimes en cumplir tus Mandamientos, recuérdanos, Creador nuestro, el ejemplo supremo de tu Hijo, obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz. R.

-Cuando estemos cansados de orar y velar, cuando no conciliemos el sueño y nuestros ojos pesen ante el dolor, haznos sentir, Señor, junto a nuestra miseria, la infinita generosidad que impulsó a tu Unigénito a aceptar la Pasión y Muerte, con amor y por amor. R.

Oración conclusiva

"Dios, escucha nuestra oración y haznos capaces de ponernos de pie e ir tras las huellas de nuestro Señor Jesucristo, que es Dios y vive y reina por los siglos de los siglos".

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco el 20 de marzo de 2016, Domingo de Ramos del Año Jubilar de la Misericordia:

Hermanos, con la mirada fija en el Crucificado, plena y definitiva manifestación de la Misericordia del Padre, elevemos confiados nuestra plegaria:

R. Te rogamos, óyenos

-Oremos por la santa Iglesia de Dios.

+Mira, Señor, a la Esposa nacida de tu Costado abierto: consérvala íntegra en la fe y libre de toda mundanidad. R.

-Oremos por los gobernantes, legisladores y magistrados.

+Inspira, Señor, en cuantos rigen la suerte de los pueblos, sentimientos de justicia y paz, y dales la libertad de servir al verdadero bien. R.

-Oremos por todos los jóvenes.

+Mantén unidos, Señor, por tu Misericordia, los corazones de los jóvenes: que libres del pecado y transformados por tu gracia, vivan alegres en la búsqueda de tu Rostro, a ejemplo de san Juan Pablo II, fundador y patrono de las Jornadas Mundiales de la Juventud. R

-Oremos por los cristianos que padecen persecución.

+Ayuda, Señor, a los cristianos que sufren a causa de tu Nombre, a vivir tu mismo abandono en las manos del Padre, y sostenlos con tu fortaleza. R.

-Oremos por los pobres y por las personas abandonadas.

+Acuérdate, Señor, de cuantos viven en la aflixión y en la prueba: apresúrate a socorrerlos y hazlos gustar el consuelo de tu amistad. R.

Oración conclusiva

"Te contemplamos, Señor, en el acto de tu ofrenda generosa y total al Padre, y reconociendo con corazón contrito nuestros pecados, invocamos sobre nosotros tu Misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor".


O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 9 de abril de 2017, Domingo de Ramos:

Hermanos e hijos, unamos nuestra voz a la de Jesús, el Cordero inmolado por nuestra salvación:

R. Te rogamus, audi nos

O bien:

R. Te rogamos, óyenos

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+La gracia de la Eucaristía la una íntimamente a su Esposo y le conceda la alegría de engendrar nuevos hijos para la vida eterna. R.

-Oremos por los legisladores, gobernantes y jueces.

+La donación total de Jesús en la Cruz los conduzca a servir a la dignidad de toda persona, sin abandonar jamás la búsqueda de la verdad. R.
 
-Oremos por los cristianos que sufren persecución.

+El supremo Sacrificio del Señor Jesús les dé una dulce fortaleza en la hora de la prueba y convierta el corazón de los persecutores. R.

-Oremos por los jóvenes.

+La adhesión total de Jesús al Padre los persuada de que nada extraño a la voluntad de Dios puede hacer la vida más bella y plena. R.

-Oremos por los pobres y por las personas solas.

+Las Llagas del Cuerpo glorioso del Señor sean, para todos, fuente de consolación y esperanza, y muevan a los cristianos a la misericordia. R.

Oración conclusiva

"Acoge, Padre, la oración de la Iglesia, e infunde en la humanidad la abundancia de los dones que brotan del Corazón abierto de Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".



O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 25 de marzo de 2018, Domingo de Ramos:

Como discípulos de Cristo, Cordero inmolado que quita el pecado del mundo, imploremos del Padre salvación y perdón:

R. Te rogamos, óyenos.

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+Dios, Padre Santo, la custodie íntegra en la fe, la colme con su caridad y la sostenga en la esperanza de la Vida eterna. R.

-Oremos por los públicos moderadores, legisladores y jueces.

+Dios todopoderoso los haga sabios, los guíe por el camino del verdadero bien y los libre de toda forma de egoísmo. R.

-Oremos por los cristianos que padecen persecución.

+Dios, Padre de consuelo, alivie su sufrimiento, reavive su adhesión a Jesús Crucificado y los haga fuertes en la hora de la prueba. R.

--Oremos por los jóvenes.

+Dios, Padre de misericordia, los abrace con su amor, les haga dóciles el corazón a su voluntad, y cumpla en ellos sus maravillas. R. 

-Oremos por los pobres y solos.

+Dios, Padre providente, los consuele en su aflixión, les dé el pan de cada día y les conceda la alegría de una verdadera fraternidad. R.

Orración conclusiva

"Oh, Padre, escucha nuestras súplicas y renuévanos con la gracia de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".


O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 14 de abril de 2019, Domingo de Ramos: 

Los que con ramos de olivo y palmas hemos aclamado a Cristo, Rey y Siervo humilde, suplicamos ahora a su Padre, justo y misericordioso:
 
R. Te rogamus, audi nos

O bien:

R. Te rogamos, óyenos

-Oremos por el Sumo Pontífice y por todos los obispos.

+El Espíritu Santo, infundido desde la Cruz, los haga intrépidos en anunciar a todos a Jesús, único Señor y Salvador del hombre. R.

-Oremos por los gobernantes y por todos los pueblos.

+Que la sabia locura de la Cruz los eduque en la grandeza del servicio y los impulse a rechazar la violencia. R.

-Oremos por los cristianos que sufren persecución.

+El Cordero, inmolado sobre el Altar de la Cruz, los una a su Pasión y los haga partícipes de su victoria. R.

-Oremos por los pecadores y los incrédulos.

+La Sangre de Jesús, derramada desde la Cruz, los purifique de todo mal y los conduzca a la plena comunión con la Trinidad. R.

-Oremos por los jóvenes.

+El Verbo de Dios, silencioso en la Cruz, plasme sus corazones y haga elocuentes sus labios en cánticos de alabanza. R.
 
Oración conclusiva

"Padre, a Quien ha sido agradable la Ofrenda sacrificial de Jesús por nuestra salvación, en su Nombre te pedimos que escuches nuestra voz y que te inclines sobre nuestra miseria. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén".



O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 5 de abril de 2020, Domingo de Ramos:


Hermanos e hijos queridísimos, con la mirada fija en Jesús, Señor glorioso y Siervo sufriente, elevemos nuestra súplica confiada a Dios, Padre bueno y providente:

R. Te rogamus, audi nos

-Padre, infunde sobre el Papa y los obispos, la sabia locura de la Cruz: que en medio de las preocupaciones del mundo, anuncien a Jesús, Cordero inmolado que libera del pecado y de la muerte. R.

-Padre, guarda con benevolencia a los gobernantes y a todos los pueblos de la Tierra: que en la hora de prueba experimenten la fuerza de tu amor, que al hombre libera del mal y de toda adversidad. R.

-Padre, toca con tu gracia el corazón de los pecadores y de los incrédulos: que descubran en la Sangre de Cristo, derramada desde la Cruz, la verdadera purificación que abre a la vida y a la esperanza. R.

-Padre, haz resonar tu consoladora invitación en el corazón de los jóvenes: que encuentren la fuerza para ponerse de pie y vivir en la gozosa obediencia a tu voluntad. R.

-Padre, colma de tu Espíritu de fortaleza a los cristianos humillados y perseguidos: que no renuncien al seguimiento del Cordero, que se da por amor. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Padre, nuestra pobre oración, y reconoce en ella la voz de Jesús, que se ofrece como Víctima de amor por nuestra salvación. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".



O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 28 de marzo de 2021, Domingo de Ramos:

Como verdaderos discípulos, sigamos a Cristo, humilde Rey de la gloria, que entra en Jerusalén para llevar a cabo su misión redentora en la Cruz. Unidos a nuestro Salvador, invoquemos a Dios Padre misericordioso, principio y fuente de toda bendición:
 
R. Escúchanos, Señor.
 
-Por la Santa Iglesia: que celebrando con viva fe el gran misterio de la Pasión y Muerte de Cristo, mire con amor materno la cruz de todos sus hijos que sufren, y les dé consuelo y alivio. R.
 
-Por todos los bautizados: que la celebración de la Semana Santa haga más radical su seguimiento de Cristo y que con filial abandono marchen junto a Él hacia la Cruz. R.

-Por aquellos que sufren: que unidos a la Pasión de Cristo y consolados por el amor fraterno, redescubran la fuerza vivificante de la fe. R.

-Por los jóvenes: que sostenidos por el testimonio y la intercesión de los santos, sean auténticos discípulos de Cristo, asumiendo sin temor generosos desafíos. R.

-Por nosotros, aquí reunidos: que recibamos de la Eucaristía la fuerza para ser instrumentos de paz en las familias y en la sociedad. R.


Oración conclusiva

"Escucha, Padre, la oración de este pueblo tuyo, que se encamina, junto a tu Hijo, hacia el Calvario: haz que después de haber aclamado al Señor en el momento de júbilo, lo siga con amor en la hora oscura pero vivificante de la Cruz. Por el mismo Cristo, nuestro Señor. Amén".

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 10 de abril de 2022, Domingo de Ramos:

Como discípulos de Cristo, que en la Hora suprema de la Pasión, se ha encomendado en oración a la voluntad del Padre, elevemos confiadamente nuestras súplicas por la Iglesia y por el mundo entero:

R. Te rogamus, audi nos

-Oremos por la Santa Iglesia de Dios.

+El Padre de infinita bondad y misericordia la sostenga en la tribulación, le dé fuerza en la prueba, vigor en el testimonio evangélico y humildad en la acogida del querer divino. R.

-Oremos por las autoridades civiles.

+El Padre, fuente de infinita sabiduría, asista con su gracia a aquellos que guían las naciones, los haga sinceros y desinteresados en la búsqueda del bien común, valientes en promover la concordia y la paz, y celosos custodios de la creación. R.

-Oremos por los prófugos y exiliados.

+El Padre, refugio de los pobres, convierta nuestra vida y abra nuestras manos a la caridad para que los pequeños puedan encontrar protección, los exiliados, un hogar acogedor, y aquellos que huyen de la guerra y el hambre, el calor de un corazón sensible y generoso. R.

-Oremos por aquellos que nos hacen sufrir.

+El Padre, consuelo de los que están tristes, nos haga verdaderos discípulos de su Hijo Jesús en el camino del perdón y del amor, nos conceda la fortaleza para orar por aquellos que nos odian y la desarmante capacidad de responder con el bien al mal recibido. R 

-Oremos por nosotros mismos y por nuestras comunidades.

+El Padre, asilo y fortaleza de los que confían en Él, nos enseñe a dejarnos guiar siempre por su Palabra y transformar por el Pan de Vida eterna, y que todas nuestras decisiones hallen inspiración y fuerza en la Pasión de Cristo, que se ha hecho obediente hasta la muerte en cruz. R.

Oración conclusiva

"Escucha, Padre, la oración de este pueblo tuyo que se encamina junto a tu Hijo hacia el Calvario, y haz que después de haberlo aclamado festivamente en su Entrada triunfal en Jerusalén, lo siga también en la Hora oscura y vivificante de la Cruz. A Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén".

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 2 de abril de 2023, Domingo de Ramos:

Hermanos, siguiendo a Cristo en el camino de la Cruz, dirijamos con confianza nuestras súplicas al Padre, para que nos haga capaces de afrontar las pruebas de la vida con la certeza de la victoria pascual sobre la muerte y el mal:

R. Te rogamus, audi nos

-Por la Iglesia, nacida del costado abierto de Cristo en la Cruz, para que, participando con fe de las celebraciones de Semana Santa, obtenga la gracia y la fuerza para seguir a su Señor. R.

-Por los gobernantes de las naciones, para que procurando siempre y sin desfallecer el bien común, favorezcan la concordia y la paz, y sostengan a las víctimas de la violencia, el odio y la guerra. R.

-Por los que sufren a causa de las enfermedades o de las propias condiciones sociales o económicas, para que por nuestra cercanía y solidaridad, les sean restituidas su dignidad y seguridad de vida. R.

-Por los catecúmenos, que se preparan para recibir los sacramentos de la Iniciación cristiana, para que vivan este tiempo de gracia en el seguimiento de Cristo Crucificado y Resucitado, y lleguen a ser mensajeros de su amor y misericordia. R.

-Por quienes nos hemos reunido en torno a la Mesa del Señor, para que se refuerce en nosotros la certeza de que el sufrimiento y la muerte no son la última palabra pero sí un camino necesario para alcanzar la plenitud de la vida. R.

Oración conclusiva

"Padre, acoge la plegaria de tu pueblo en camino tras las huellas de tu Hijo Jesucristo, y haz que aprendamos de Él a cumplir tu voluntad. Que vive y reina por los siglos de los siglos".

O bien, puede emplearse el siguiente formulario adaptado, correspondiente a la Misa papal de S.S. Francisco, el 24 de marzo de 2024, Domingo de Ramos:

Hermanos, contemplando el misterio de la Pasión del Señor, pongamos bajo la mirada del Padre misericordioso a la humanidad entera, con su fragilidad, sufrimiento y pobreza:

R. Te rogamos, óyenos.

-Por la Santa Iglesia de Dios, que sigue al Señor en el Misterio Pascual, para que junto a la Cruz de su Señor encuentre siempre la unidad, la reconciliación y la comunión. R.

-Por los gobernantes, llamados a cultivar la paz y el bien de los pueblos, para que sepan afrontar y superar todo conflicto, con el arte del diálogo y del respeto recíproco. R.

-Por quienes sufren la soledad y el abandono, para que sientan alivio en la presencia del Siervo del Señor que da consuelo y esperanza en todo dolor. R.

-Por los cristianos perseguidos, unidos particularmente al Hijo de Dios, para que en el Sacrificio de amor de Cristo, obtengan fortaleza, paciencia y esperanza. R.

-Por toda comunidad cristiana en camino con Cristo hacia la Pascua, para que en la escuela del Evangelio, en la oración y la caridad, pueda dar testimonio de fe. R.

Oración conclusiva

"Padre, escucha y responde nuestra plegaria, y en tu misericordia, haznos discípulos de tu Hijo, signos viviente de su amor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos".



Ofertorio

Presentemos los dones del pan y el vino, elegidos por el mismo Jesús para perpetuar el memorial de su Pasión hasta el final de los tiempos.

Se usa el Prefacio propio De dominica Passione


Comunión

Aquellos que vayan a  recibir solo espiritualmente al Señor, pueden unirse a la siguiente oración, que es a la vez una invitación a la comunión sacramental de los otros hermanos:

Jesús, ¡cuán grande es tu amor! Eres diariamente maltratado por nuestros pecados, y sin embargo, te nos entregas como Comida que alimenta nuestra alma. Haz que siempre sintamos hambre de Ti, único Salvador de la humanidad.


Según la editio typica tertia del Missale Romanum, se reza la Oración sobre el pueblo, que concluye con la bendición simple. Siguiendo la práctica de la liturgia romana, el diácono, o en su defecto, el mismo sacerdote, invita a los fieles a disponerse para recibir la Bendición diciendo:

"Inclínense para recibir la bendición".

La Bendición solemne de Cuaresma puede emplearse en las Misas de las ferias cuaresmales en que es optativa la Oración sobre el pueblo o en otras celebraciones litúrgicas.

La Bendición solemne de Pasión, por su parte, puede emplearse en las ferias de la semana V de Cuaresma y en las de Semana Santa en las cuales la Oración sobre el pueblo sea optativa.


Despedida

Hermanos, que la Semana Santa que hoy empieza, marque para nosotros el inicio de una vida de mayor fidelidad a Cristo, muerto y resucitado.


Notas

1. Liturgia de las Horas. Himno de Laudes del Domingo de Ramos o de la Pasión del Señor.
2. Se trata de célebres antífonas de aclamación a la Soberanía de Dios.
3. Se considera autor de este himno a Teodulfo, obispo de Orleáns, quien lo habría compuesto estando en la cárcel, para recitarlo durante la procesión de Ramos, que había de pasar por la puerta de la prisión.
4. Sal. 22 (21), 1.
5. Flp. 2, 9.
6. Ib.
7. Cf. Jn. 19, 23.
8. Cf. Lc. 22, 54-62.
9. Flp. 2, 7.


Fuente principal: Jesucristo y el Don de Sí mismo. Guiones para las celebraciones litúrgicas. Editorial Guadalupe. Adaptación.
17 de marzo de 2013, Domingo V de Cuaresma.
(Última actualización de la entrada: 30/3/24).

6 comentarios:

  1. Gracias y bendiciones, me ha servido de guia para la Celebración en mi Parroquia

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    1. Me alegra que te sea útil. Es un servicio para todos ustedes.
      ¡Santo tramo final de la Cuaresma!

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  2. Me encanto,con su permiso tomare algunas ideas para la celebracion en mi barrio.

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    1. Puedes emplearlo cuando quieras y compartirlo con quienes desees.
      La labor del blog es para todos.

      Rezo para que vivas aún más intensamente estas casi dos semanas finales de la santa Cuaresma.

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  3. Muchísimas gracias por compartir estos guiones cuaresmales!! Tomaré prestadas varias ideas para la celebración de nuestra comunidad! Bendiciones.

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    1. Está todo a tu disposición.

      Cristo Rey, aclamado hoy por los humildes de corazón, establezca su trono real en tu corazón.

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