Guion: Aniversario de la Dedicación de una iglesia

Benedicto XVI: Dedicación Sagrada Familia (Barcelona)

Se emplea el formulario de Misa propio de la solemnidad del Aniversario de la Dedicación, si así lo permiten las normas litúrgicas. Para profundizar sobre el tema, hacer clic aquí y aquí.

Es muy significativo que se enciendan los cirios de los muros del templo, ungidos en el día de la Dedicación. Representan a los Apóstoles del Cordero, columnas de la Santa Iglesia.
Conviene realizar una solemne procesión de entrada.

Introducción

Queridos hermanos, nos hemos reunido en esta iglesia, lugar sagrado de culto al Señor, para celebrar la solemnidad del Aniversario de su Dedicación, es decir, el día de gracia en que fue consagrada por el obispo para el culto exclusivo de Dios Uno y Trino.

Todo culto católico, siempre y sin excepciones, se dirige directa o indirectamente a la Santísima Trinidad, único Dios verdadero.

Es cierto que nuestra relación con el Señor no está supeditada al tiempo ni al espacio. Dondequiera que estuviéremos y en cualquier momento, allí estará nuestro Dios. Pero los templos son un lugar privilegiado para encontrarnos con Él y el más apropiado para practicar el culto que Le debemos.

La Dedicación de una iglesia es uno de los ritos de mayor simbolismo litúrgico. Al evocar hoy el día bendito en que se realizó aquí mismo, recordemos que, como bautizados, somos piedras vivas del edificio espiritual fundado en Cristo y por Cristo, que es la Piedra Angular.

Congregados en este sacro recinto, hacemos presente a la única Iglesia de Dios, extendida en el tiempo y el espacio, imagen de la Jerusalén Celestial, en la que los bienaventurados que nos han precedido, alaban sin cesar a la Santísima Trinidad.

La Misa es el Acto supremo de culto que puede ofrecerse en una iglesia (y en determinadas circunstancias, a veces fuera de ella).

Demos gracias a Dios por las maravillas que ha realizado y seguirá realizando en nuestra comunidad.

Pidámosle que este templo sea un verdadero centro de santidad.

El presidente de la celebración puede emplear el mismo saludo inicial del Ritual de la Dedicación (n. 30, 38, 46):

La gracia y la paz estén con todos ustedes en la Santa Iglesia de Dios. 

En lugar del Acto penitencial puede llevarse a cabo el rito de bendición y aspersión del agua, con  los textos eucológicos del Misal Romano. (No deben emplearse los del Ritual porque son exclusivos para el día de la Dedicación). Recuerdo de nuestro bautismo y signo de purificación, es un modo de evocar el rito similar realizado en la Dedicación.

En esta Misa deben cantarse (o en su defecto, recitarse), el Kyrie y el himno Gloria in excelsis.

Liturgia de la Palabra

En la Liturgia de la Palabra se proclaman tres lecturas, tomadas de las que se proponen en el Leccionario para el Común de la Dedicación de una iglesia.

Lecturas del Antiguo Testamento: Ez. 47, 1-2. 8-9. 12. (O bien, I Rey. 8, 22-23. 27-30; o Is. 56, 1. 6-7; o Ez. 43, 1-7a).
Lecturas del Nuevo Testamento: I Cor. 3, 9c-11. 16-17. (O bien, Heb. 12, 18-19. 22-24; o I Ped. 2, 4-9; o Ef. 2, 10-22).
Salmo responsorial: 83, 3-5. 10-11. (O bien, 45, 2-3. 5-6. 8-9; o 94, 1-7; o 121, 1-4. 8-9; o I Crón. 29, 10-12).
Evangelios: Lc. 19, 1-10. (O bien, Jn. 2, 13-22).

Monición general para todas las lecturas:

Queridos hermanos, (desde el día de la Dedicación de este templo), ha resonado aquí la Palabra de Dios, que nos ha instruido en el Misterio de Cristo, y se nos ha ofrecido la salvación del Señor, de la que es dispensadora la Iglesia. (Cf. Ritual, 53).

Esa Palabra seguirá resonando en este lugar y en todas partes porque nada ni nadie puede acallar la voz amorosa de nuestro Dios ni eclipsar su paterna solicitud por nosotros. Escuchemos atentamente lo que Él quiere decirnos aquí y ahora.

Antes de la proclamación del Evangelio, conviene realizar la procesión con el Evangeliario. Este, se retira de sobre el Altar, donde hubo sido colocado por el diácono al comienzo de la Misa, concluida la procesión de entrada.

Luego de la homilía se canta o recita el Credo.


Oración de los fieles

En la solemnidad de la Dedicación, se omitió la Oración de los fieles, pues fue reemplazada por las Letanías de los santos. En este día aniversario, en cambio, se proclama como de costumbre.

Cada una de las siguientes preces posee una estructura binaria: en el primer enunciado, se evoca alguno de los ritos de la Dedicación; en el segundo, se realiza la súplica concreta a la luz de aquel. Si pareciera muy extenso el formulario, puede omitirse el primer enunciado y leerse solamente la correspondiente súplica, expresada en el segundo.

Evocando el sugestivo simbolismo de los ritos de la Dedicación que se realizaron aquí mismo hace X años, elevemos nuestras súplicas al Padre del Cielo, en nombre de Jesucristo, Templo Viviente que nadie construyó y que nadie podrá destruir:

R. Por amor a tu Hijo, óyenos, Padre

-En el día solemne de la Dedicación, (y también hoy, en su aniversario), las paredes, la asamblea y el Altar de este templo, fueron rociados con agua bendita, en señal de penitencia y en recuerdo del bautismo:

+Para que la Iglesia extendida a lo largo y a lo ancho de la Tierra, a la que hacemos presente en este recinto sagrado, viva en constante actitud de penitencia y conversión, bajo la guía del Papa N, Vicario de Cristo, y de los obispos que están en plena comunión con él. R.

-La invocación de los santos y la colocación de sus reliquias debajo del Altar, también son ritos propios de la Dedicación:

+Para que la Santísima Virgen María, su Esposo san José, los ángeles y los santos N y N (se mencionan el titular de la iglesia y los santos cuyas reliquias se veneran en ella), intecedan por esta comunidad, a fin de que hagamos del templo "Casa de salvación y de gracia" (Cf. Ritual, 60). R.

-Cuando se dedica una iglesia, se ungen con el Santo Crisma el Altar y las paredes, para expresar la realidad del edificio visible, representativo de la Iglesia del Dios Viviente, que tiene a Cristo por Cabeza y a cada uno de nosotros como miembros:

+Para que todos los cristianos, vivamos en fraterna comunión unos con otros, recordando que somos piedras vivas de la gran Casa espiritual, que es la Iglesia fundada sobre Cristo, Piedra Angular. R.

-Otro rito significativo de la Dedicación es la ofrenda del incienso sobre el Altar, y la incensación de este y del obispo, de los fieles y las paredes, en representación de la reverencia debida a lo sagrado y de la oración que es agradable a Dios:

+Para que en este lugar santo el culto sea siempre digno y decoroso, tal y como lo manda la Iglesia, y la asamblea que aquí se reúne sea ejemplar en su oración incansable por las necesidades de todos los hombres. R. 

-En el día de la Dedicación, la iluminación del Altar y de la iglesia toda, quiere significar la irrupción esplendorosa de Cristo, Luz del mundo, que todo lo llena, todo lo embellece:

+Para que todos aquellos que viven en tinieblas y en sombras de muerte, al entrar en esta bendita Casa de Dios, sean iluminados por Cristo y encendidos con el Fuego inextinguible de su Espíritu de amor. R.

Oración conclusiva

"Dios bendito y misericordioso, cuyo Trono glorioso está en la Jerusalén celeste, que tiene como Lámpara a Jesucristo, el Cordero, dirige tu mirada sobre esta humilde iglesia en la que nos congregamos para alabarte, darte gracias y suplicarte, y concédenos la gracia de servirte como Tú quieres ser servido, para que todo el que entre aquí se sienta amado y bendecido. Por el mismo Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén".


Ofertorio

El Acto supremo y obligatorio para coronar el Ritual de Dedicación, es la Ofrenda de Cristo, el Cordero sobre el Altar de la iglesia. Nada hay más sagrado que esto. Y el mismo Jesús quiso que el pan y el vino fueran materia necesaria para ofrecerse. Damos gracias porque su generosidad nos permite presentar una vez más esos dones  en esta liturgia eucarística.

Se emplea el Prefacio de la Dedicación de una Iglesia "en la misma iglesia dedicada".

 

Comunión

Jesucristo, Templo Eterno y Altar Viviente, Víctima inmaculada, y Pontífice sin tacha, en este lugar consagrado, se ha hecho para nosotros Pan de Vida, por el ministerio de la Iglesia.

Al alimentarnos de Él, se fortalece la comunión eclesial y se reaviva en nosotros el espíritu misionero.

Felices nosotros, invitados por el mismo Dios a tan glorioso Banquete.


Despedida

Durante la Divina Liturgia que concluye, nos ha albergado este santo lugar dedicado a Dios. Al retirarnos de aquí, propongámonos hacer del mundo un gran templo, en el que nuestra vida de cada día glorifique al Señor de los portentos.


18 de noviembre de 2019, memoria litúrgica de la Dedicación de las Basílicas papales de San Pedro y de San Pablo Extramuros.
Entrada dedicada a los dos gloriosos apóstoles.