Cada 7 de agosto, la Orden de los Clérigos Regulares (teatinos), celebra la "solemnidad" de su fundador, el presbítero san Cayetano. Este es el formulario propio de la Misa:
Antífona de entrada Cf. Sab. 14, 3; 8, 1
La Providencia del Señor gobierna el universo, disponiendo todas las cosas con firmeza y suavidad.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, que otorgaste a san Cayetano imitar el modo de vivir de los apóstoles, concédenos, por su intercesión y ejemplo, poner en ti nuestra confianza y buscar siempre el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo...
Liturgia de la Palabra
Lectura I
Teme al Señor y honra al sacerdote
Lectura del libro del Eclesiástico 7,29-31. 32-35
Con toda tu alma honra al Señor y reverencia a los sacerdotes.
Con todas tus fuerzas ama a tu hacedor y no abandones a sus ministros.
Teme al Señor y honra al sacerdote.
Alarga al pobre tu mano, para que seas cumplidamente bendecido.
Agradece el beneficio ante todos, y al muerto no le niegues tus piedades.
No te alejes del que llora, y llora con quien llora.
No seas perezoso en visitar a los enfermos, porque por ello serás amado.
Palabra de Dios
Salmo: Sa
Salmo: 61, 6-9. 11
R. Pueblos todos de la tierra, confiad siempre en Dios.
Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y salvación
mi alcázar: no vacilaré. R.
De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firma,
Dios es mi refugio. R.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio. R.
No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón. R.
Lectura II
Tú, en cambio, hombre de Dios, practica la justicia.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6, 6-12
Querido hermano:
Es verdad que la religión es una ganancia, cuando uno se contenta con poco. Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta. En cambio los que buscan riquezas, se enredan en mil tentaciones, se crean necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.
Tú en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto, practica la justicia, la religión, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna.
Palabra de Dios.
Aleluya Rom. 14, 17
R. Aleluya, aleluya.
V. El Reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Evangelio
No os angustiéis por el mañana. Sobre todo buscad el Reino de Dios.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 24-33
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
–Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no andéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido?
Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.
Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura.
Palabra del Señor.
Oración de los fieles
I
Oremos humildemente al Señor Jesús en la solemnidad (memoria) de su fiel ministro san Cayetano:
R. Escúchanos, Señor.
-Por la Iglesia, para que Dios suscite en ella pastores según su corazón, roguemos al Señor. R.
- Por la Familia teatina y por todos los devotos de san Cayetano, para que, unidos en amor sincero, constituyamos un solo corazón y un alma sola, roguemos al Señor. R.
- Por todos los que padecen en el cuerpo o están turbados en el espíritu, para que aprendan de san Cayetano a confiar sin titubeos en la providencia del Padre Celestial, roguemos al Señor. R.
-Por todos nuestros hermanos difuntos, para que, habiendo dejado todo por seguir a Cristo, les conceda en recompensa la gloria del Reino celestial, roguemos al Señor. R.
-Intención particular de aquella comunidad que celebra.
Oración conclusiva
II
Elevemos nuestra oración a Dios Padre, que nos creó con sabiduría y nos gobierna con su providencia:
R. Escúchanos, Señor.
-A Dios, que alimenta las aves del cielo y viste maravillosamente los lirios del campo, pidamos nos otorgue siempre el pan nuestro de cada día. R.
-A Dios, que por medio de Cristo nos mandó buscar ante todo su Reino y su justicia, pidamos que la Iglesia de tal manera pase por los bienes temporales que no pierda los eternos. R.
-A Dios, que por medio de san Cayetano, reunió nuestra clerical Familia, pidamos que la siga protegiendo desde el cielo. R.
-A Dios, a quien debemos adorar en espíritu y verdad, pidamos el saber desempeñar, a ejemplo de san Cayetano, el culto divino con todo decoro y santidad. R.
-Intención particular de la comunidad que celebra.
Oración conclusiva
Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, estos dones que te ofrecemos para ser consagrados, y concédenos celebrar estos divinos misterios con aquel fervor de espíritu con que san Cayetano se sentía inflamado al celebrarlos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de Comunión Mt. 6, 33
Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura.
Oración después de la Comunión
Bendición solemne (Ad libitum)
Dios omnipotente y misericordioso, que suscitó de manera admirable a san Cayetano, para instaurar en la Iglesia la forma de vida apostólica, os bendiga con perpetua bendición y os conceda benignamente los dones de su providencia.
R. Amén.
Por intercesión de san Cayetano, os conceda buscar siempre su reino y su justicia, a fin de que os otorgue con abundancia aquellos dones de que tenéis mayor necesidad.
R. Amén.
Y también os conceda, en la alegría de la presente festividad, que, buscando piadosamente las cosas celestiales, os sean otorgadas todas las gracias para vuestra salvación.
R. Amén.
Y os bendiga Dios todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario