Antífona de entrada Mt 13, 33
El reino de los cielos se parece a un poco de levadura,
que una mujer mezcla con gran cantidad de harina,
hasta que fermenta toda la masa.
Oración colecta
Dios nuestro,
que pusiste como fermento en el mundo
la fuerza del Evangelio,
concede a tus hijos que llamas a vivir
en medio de los asuntos temporales
que, encendidos de espíritu cristiano,
se entreguen de tal manera a su labor,
que con ella construyan y proclamen tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro,
que
por el sacrificio de tu Hijo
quisiste la salvación de todo el mundo,
concede a tus hijos llamados al apostolado en la vida laical
que por la fuerza de esta ofrenda,
impregnen el mundo del espíritu cristiano
y sean fermento para su santificación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Sal 99, 1-2
Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría,
lleguen a él con cantos jubilosos.
O bien: Jn 15, 8
Dice el Señor: La gloria de mi Padre consiste
en que ustedes den fruto abundante,
y así sean mis discípulos.
Oración después de la comunión
Padre, con la fuerza de esta eucaristía
concédenos la plenitud de tu gracia,
para que los fieles comprometidos en las ocupaciones temporales
sean testigos valientes de la verdad evangélica,
y así hagan operante y activa a tu Iglesia
en el progreso del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Entrada dedicada al Príncipe de los apóstoles, a Sus Santidades Francisco y Benedicto XVI.
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